viernes, 20 de septiembre de 2013

21 de Septiembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 113

“¡Aleluya!

Alaben, siervos del Señor,
Alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor
Desde ahora y para siempre.
Desde el nacimiento del sol hasta su ocaso,
Alabado sea el nombre del Señor.

Excelso sobre todas las naciones es el Señor;
Su gloria está sobre los cielos.
¿Quién es como el Señor nuestro Dios,
Que está sentado en las alturas,
Que se humilla para mirar
Lo que hay en el cielo y en la tierra?

El levanta al pobre del polvo,
Y al necesitado saca del basurero,
Para sentarlos con príncipes,
Con los príncipes de Su pueblo.
Hace habitar en casa a la mujer estéril,
Gozosa de ser madre de hijos.
¡Aleluya!” Amén.

Curiosidades


Pablo sentía una gran simpatía para con el joven Timoteo, y aun cuando hacía poco que había reemplazado a Bernabé por Silas como compañero de viaje, agregó a Timoteo a la partida, quizá como sustituto de Juan Marcos, al que se había negado a aceptar. Esta elección parece haber sido apoyada por otros, porque Pablo más tarde se refiere a manifestaciones proféticas que confirmaron el que Timoteo debía ser apartado para esta obra. En ese momento habría recibido una dotación especial para su misión, comunicada mediante la imposición de manos de los ancianos y Pablo. Para aquietar cualquier oposición innecesaria por parte de os judíos del lugar, Timoteo fue circuncidado antes de iniciar sus viajes.
Era un hombre afectuoso pero muy temeroso, que necesitó más de una admonición de parte de su padre espiritual; se le advierte que no debe dar lugar a sus deseos juveniles, y que no debe avergonzarse del evangelio. Sin embargo, ninguno de los otros compañeros de Pablo fue elogiado tan calurosamente por su lealtad. Resulta apropiado que la carta final escrita por el apóstol fuese dirigida tan afectuosamente a este sucesor casi renuente, cuyas debilidades son tan evidentes como sus virtudes.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

1 Timoteo 2:1-8

“Exhorto, pues, ante todo que se hagan plegarias, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad.
Porque hay un solo Dios, y también un solo Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre, quien Se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo. Y para esto yo fui constituido predicador y apóstol, (digo la verdad en Cristo, no miento), como maestro de los paganos en fe y verdad. Por tanto, quiero que en todo lugar los hombres oren levantando manos santas, sin ira ni discusiones.” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

 “… quiero que en todo lugar los hombres oren levantando manos santas, sin ira ni discusiones.”
¡Qué deseo el de Pablo!
Un mundo de paz, sin ira ni discusiones, en donde todos estemos conectados con Dios, el Dios de todas las personas…
Realmente sería hermoso, pero a la luz de la humanidad y de tantas guerras y ambiciones resulta casi una utopía.
John Lenon, integrante de los Beatles, una vez escribió:
“Imagina que no hay posesiones, 
Me pregunto si puedes, 
Ninguna necesidad de codicia o hambre, 
Una hermandad del hombre, 
Imagina a toda la gente 
Compartiendo todo el mundo... 

Tu puedes decir que soy un soñador, 
Pero no soy el único, 
Espero que algún día te nos unas, 
Y el mundo vivirá como uno solo.”
“Espero que algún día te nos unas…” dice Lenon, aunque no haya sido un devoto cristiano, lo fue de los principios de la fe cristiana: el amor, el estar todos hermanados como humanidad, su desprecio a un sistema de muerte que necesita de víctimas, de sacrificios, para sostenerse.
Pensar en un mundo en paz, en donde todos los seres humanos convivamos con nuestras diferencias es hermoso, parece algo imposible, pero al igual que la canción “Imagina” dice, es posible si nos unimos entre todos, y que cada persona que no sólo lo desea, sino que lo pone en práctica en su vida, en lo cotidiano.
Te invito a formar parte de este grupo y que a través de tu forma de vida, otras personas también quieran ser parte de aquell@s que buscan la paz y la armonía entre las personas, en nuestro planeta. No soy la única, no sos el único, somos muchos y vamos sumando. Amén.

Querido Jesús, ¡cómo anhelo el día en que ya no hagamos diferencias entre las personas! ¡Cómo anhelo escuchar que ya no hay guerras ni explotación del hombre por el hombre! Sé que los cambios ocurren por dentro y se manifiestan para afuera, lo sé, porque lo vivo en mi experiencia personal. Permití que mi testimonio anime a otros a creer que nada es imposible con la fuerza de Dios. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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