jueves, 12 de septiembre de 2013

15 de Septiembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 51

“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a Tu misericordia;
Conforme a lo inmenso de Tu compasión, borra mis transgresiones.
Lávame por completo de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco mis faltas,
Y mi pecado está siempre delante de mí.
Contra Ti, contra Ti sólo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de Tus ojos,

De manera que eres justo cuando hablas,
Y sin reproche cuando juzgas.
Yo nací en malignidad,
Y en pecado me concibió mi madre.

Tú deseas la verdad en lo más íntimo,
Y en lo secreto me harás conocer sabiduría.
Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.

Hazme oír gozo y alegría,
Haz que se regocijen los huesos que has quebrantado.
Esconde Tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de Tu presencia,
Y no quites de mí Tu Santo Espíritu.

Restitúyeme el gozo de Tu salvación,
Y sostenme con un espíritu de poder.
Entonces enseñaré a los desobedientes Tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a Ti

Líbrame de delitos de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación,
Entonces mi lengua cantará con gozo Tu justicia.
Abre mis labios, oh Señor,
Para que mi boca anuncie Tu alabanza.

Porque Tú no Te deleitas en sacrificio, de lo contrario yo lo ofrecería;
No Te agrada la inmolación.
Los sacrificios de Dios son el espíritu arrepentido;
Al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás.

Haz bien con Tu benevolencia a Sion;
Edifica los muros de Jerusalén.
Entonces Te agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto y el sacrificio perfecto;
Entonces se ofrecerán novillos sobre Tu altar.” Amén.

Curiosidades


Primeramente se le encomendó una misión especial a Tesalónica, con el fin de alentar a los cristianos que estaban siendo perseguidos. Se o asocia con Pablo y Silvano en los saludos en las dos epístolas enviadas a dicha iglesia, y estuvo presente con Pablo en la misión de predicación en Corinto. Se lo vuelve a mencionar durante el ministerio de apóstol en Éfeso, cuando fue enviado con Erasto a cumplir otra misión importante en Macedonia, de donde debía seguir viaje a Corinto. Timoteo era de carácter tímido, evidentemente, porque Pablo insta a los corintios a que contribuyan a que se sienta cómodo y no despreciarlo. Por la situación que se suscitó en Corinto se ve que la misión de Timoteo no tuvo éxito, y resulta significativo que, aun cuando su nombre estaba asociado con el de Pablo en los saludos de esta epístola es Tito y no Timoteo el que ocupa el lugar de delegado apostólico. Acompañó a Pablo en el otro viaje a Corinto, porque estaba con él como colaborador cuando se escribió la epístola a los Romanos.
Timoteo fue, también, en el viaje de Pablo a Jerusalén con la ofrenda y se lo vuelve a mencionar cuando Pablo, ya prisionero, escribió Colosenses, Filemón, y Filipenses. En esta última epístola es calurosamente elogiado, y Pablo se propone a mandarlo pronto a visitarlos, con el fin de asegurarse de su bienestar espiritual. Cuando el apóstol fue liberado de la prisión y encaró nuevas actividades misioneras en el Este, como lo indican las epístolas pastorales, parecería que Pablo dejó a Timoteo en Éfeso y le encomendó que se ocupara de los falsos maestros y supervisara el culto público y la designación de autoridades en la iglesia. Si bien Pablo evidentemente esperaba poder reunirse con Timoteo, el temor de que pudiera verse demorado lo movió a escribirle la primera carta, y esta fue seguida por otra cuando Pablo no sólo fue arrestado nuevamente sino que estaba siendo juzgado, con peligro de tener que enfrentar una sentencia de muerte. Timoteo recibió el encargo de apresurarse a ir a su encuentro, pero no es posible determinar si llegó a tiempo o no. Más tarde Timoteo mismo fue hecho prisionero, como lo demuestra Hch.13:23, pero no se dan detalles, y no se sabe nada concreto en cuanto a lo que le ocurrió posteriormente.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

1 Timoteo 1:12-17

“Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que se hallan en Cristo Jesús.
Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero. Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda Su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en Él para vida eterna. Por tanto, al Rey eterno (de los siglos), inmortal, invisible, único Dios, a Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Quién soy yo para que Cristo me haya elegido para trabajar en su obra?
Pero soy una privilegiada, tengo fe y eso me permite sobrellevar muchas cosas en mi vida sin desanimarme, sin caer. Mi fe me renueva y me fortalece, y cuando las dificultades son muchas y siento que me debilito, dialogo con Jesús, y él nuevamente me muestra el camino, la senda, y me hace sentir segura mismo en medio de la tormenta.
Sí, realmente soy una privilegiada, pero esto mismo no es un motivo para alardear y creerme mejor que otras personas, porque no es un mérito mío, es un regalo que Dios me ha dado a través de su Espíritu. Esto es muy importante para mí tenerlo claro.
Por eso me asombro cuando me encuentro con personas que se dicen cristianas y desprecian a las personas que no son de su grupo. Llaman idólatras a los católicos, desconfían de los demás evangélicos porque tenemos una forma diferente de manifestar nuestra fe, sin tanto ruido, sin tantos aspavientos.
Hace un par de años cerca de casa hubo una campaña de evangelización de iglesias evangélicas durante varios días. Era impresionante el volumen de los parlantes, durante todo el día y parte de la noche era música, eran oradores que gritaban… y cuando pasamos al lado del lugar, cantidad de vendedores ambulantes con comida, bebida, artículos de todo tipo y basura, mucha basura: papeles, envases, descartables de todo tipo, bolsas de plástico… y yo pensaba ¡qué lindo testimonio de fe! ¿dónde está Jesús en medio de tanta contaminación auditiva y de basura?
A veces como cristianos pensamos en grandes cosas para que la gente conozca a Jesús, y no nos damos cuenta que no es ahí por donde pasa. Así como cuando caminaba entre nosotros, Jesús se sigue manifestando en las pequeñas cosas, en los pequeños momentos de la vida, sin micrófonos ni panderetas. Jesús se manifiesta en nuestra forma de vivir nuestra ciudadanía, en el respeto al espacio del otro, en la defensa de la ecología, en el cuidado de nuestro planeta.
Estoy convencida que si como cristianos sólo somos buenos ciudadanos, habría mucha más gente que nos quisiera acompañar en la fe. Dios nos ayude a entender esto. Amén.

Querido Jesús, muchas veces pienso que sería tan bueno que más personas vivieran la fe en ti, pero después analizo y veo lo que como cristianos muchas veces mostramos, y puedo comprender que hasta gente muy cercana me hable de la hipocresía de la Iglesia y demás. Ayudame a ser yo una buena discípula tuya y que así sea una herramienta para que al menos algunas personas quieran seguirte. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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