jueves, 14 de marzo de 2013

17 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 126

“Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sion,
Éramos como los que sueñan.
Entonces nuestra boca se llenó de risa,
Y nuestra lengua de gritos de alegría;

Entonces dijeron entre las naciones:
“Grandes cosas ha hecho el Señor con ellos.”
Grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros;
Estamos alegres.

Haz volver, Señor, a nuestros cautivos,
Como las corrientes en el sur.
Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo.

El que con lágrimas anda, llevando la semilla de la siembra,
En verdad volverá con gritos de alegría, trayendo sus gavillas.” Amén.

Curiosidades


El concepto bíblico de perfección es el estado de plenitud o realización ideal, en el que se la eliminado o dejado atrás toda incapacidad, falta o defecto que anteriormente haya podido existir.
Dos raíces hebreas expresan esta idea en el A.T. salem y tamim. En el N.T. el adjetivo usual es teleios, que expresa la idea de haber alcanzado el telos apropiado o determinado. El verbo correspondiente, teleioo, significa llevar a dicha condición. En el griego secular teleios significa: adulto, plenamente desarrollado, en el sentido de opuesto a infantil e inmaduro, y, en relación con los cultos de misterio, plenamente iniciado. El primer sentido emerge en 1 Cor.14; Ef.4 y Hch.5 y 6; el segundo en 1 Cor.2 y quizás Fil.3 y Col.1. dos adjetivos de significado similar son: artios, que denota capacidad y disposición para hacer frente a todas las demandas de que uno sea objeto, y holokleros, para lo que Arndt propone “entero, completo, sano, intacto, sin tacha”. El N.T. emplea también el verbo katartizo, traducido “perfeccionar”, que significa “poner en orden”, o “llevar a un estado adecuado”, por medio del entrenamiento, proveyendo lo que falta, o corrigiendo algún defecto.
El término perfección es relativo: significa simplemente el logro de lo propuesto, o el disfrute de un estado ideal. La meta y el estado varían según el caso. La Biblia habla de la perfección en tres relaciones diferentes: la perfección de Dios, la perfección de Cristo y la perfección del ser humano.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Filipenses 3:8-16

“Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por El lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, y ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia derivada de la Ley, sino la que es por la fe en Cristo (el Mesías), la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe, y conocerlo a Él, el poder de Su resurrección y la participación en Sus padecimientos, llegando a ser como Él en Su muerte, a fin de llegar a la resurrección de entre los muertos.
No es que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Así que todos los que somos perfectos, tengamos esta misma actitud; y si en algo tienen una actitud distinta, eso también se lo revelará Dios. Sin embargo, continuemos viviendo según la misma norma que hemos alcanzado.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Siempre recuerdo las palabras de una señora de la iglesia, una persona muy linda que conocí en mi congregación anterior: “cada día busco perfeccionarme, mejorarme, para llegar a ser la persona que Dios quiere y espera de mí”. Ella hablaba de un proceso a lo largo de nuestras vidas, en donde lo que vivo hoy me sirve para no repetir lo que no fue bueno y avanzar en aquello que sí lo fue.
El apóstol Pablo habla también de un camino en donde nuestros ojos no pierden el tiempo mirando hacia atrás, sino que va atentamente hacia adelante para no equivocarse y para no tropezar con nada. También habla de una meta a la que aspira y que está convencido de lograr a partir de la actitud que ha tomado.
A veces miro a la gente, y sobre todo a los jóvenes, incluidos a mis hijos mayores, que viven sin objetivos o metas a futuro. Es como que toda la sociedad se impone pequeñas metas, que muchas veces son vacías, porque tienen que ver con la compra de esto o aquello y el poder ir o participar de un recital, un show o alguna otra cosa. Pero la idea de trazarse un camino en donde hay una exigencia en mí mismo en mi actuar, en mi modo de vivir, más allá del disfrute pasajero, es un concepto, yo diría, casi caduco en estos tiempos.
El hablar de la vida como un proceso de mejoramiento espiritual y no económico es casi algo impensable. Y eso me preocupa.
Por un lado está el grupo de personas competitivas que viven una carrera en donde por lo material no tienen ningún problema de hacer cualquier tipo de trampa, cualquier tipo de daño. Esas personas siguen la ley del más fuerte y no les importa los que caen en el camino. Pero además considera que merece “sus logros”.
Por otro lado están las personas, y ahí veo a muchos jóvenes, que sólo viven el hoy y así van quemando sus vidas, tomando como locos en sus salidas, andando a toda velocidad en sus autos o motos, sin proponerse objetivos que signifiquen un esfuerzo, y menos todavía un camino en la espiritualidad que las mejores como personas, y no sólo eso, que su vida no sea para sí mismos, sino para transformar también la vida del otro, del mundo que los rodea.
Cuando hablamos de la perfección, generalmente es algo estético, y no la búsqueda de ser cada vez más imágenes de Dios. ¿Qué te parece a vos, que estás escuchando ahora, esta propuesta de la que te hablo? ¿Cómo es tu vida? ¿Qué metas u objetivos tenés o te has propuesto?
Dios te está llamando para que tu vida tenga sentido, para que puedas disfrutar plenamente a partir de quien sos y no de lo que la sociedad espera de vos. Es una buena invitación. Pensalo. Amén.

Querido Jesús, vos viniste a la tierra para mostrarnos y mostrarme que se puede vivir de una forma diferente, siendo yo misma, amándome y aceptándome, pero también siendo luz, siendo vida para otros. Sé que también es necesario que yo me vaya perfeccionando, que deje atrás mis rencores, rabias, dolores, que supere todo eso para crecer en mis dones y todo aquello que tengo de positivo. Te lo pido a vos que conocés la limitación humana desde la propia experiencia, y que junto al Padre y al Espíritu Santo reinas por toda la eternidad. Amén.

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