viernes, 7 de septiembre de 2012

9 de Septiembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 146

“Alaba, alma mía, al Señor.
Mientras yo viva, alabaré al Señor;
todos los días de mi vida le cantaré salmos.

No pongan su confianza en los poderosos,
ni en ningún mortal, porque no pueden salvar.
El día que mueren, vuelven a la tierra,
y ese mismo día todos sus planes se acaban.

¡Dichosos los que confían en el Dios de Jacob,
los que cuentan con la ayuda de Dios, el Señor!
El Señor creó los cielos y la tierra,
y el mar y todos los seres que contiene.
El Señor siempre cumple su palabra;
hace justicia a los oprimidos,
y da de comer a los que tienen hambre.

El Señor da libertad a los cautivos,
y les devuelve la vista a los ciegos;
El Señor levanta a los caídos;
y ama a los que practican la justicia.
El Señor protege a los extranjeros
y sostiene a las viudas y a los huérfanos,
pero tuerce el camino de los malvados.

El Señor reinará por siempre;
¡Sión, el Señor es tu Dios eterno!
¡Aleluya!” Amén.

Curiosidades

¿Dónde queda la región de Decápolis?

La Decápolis es un extenso territorio al sur del Mar de Galilea, mayormente al este del Jordán, pero incluyendo Bet-sean al oeste. Ya en el año 200 a.C. los griegos habían ocupado ciudades como Gadara y Filadelfia. En el año 63 a.C. Pompeyo liberó Hipo, Escitópolis y Pela de los judíos, anexando dichas ciudades a la provincia de Siria, pero otorgándoles libertad municipal. Alrededor del año 1 d.C. formaron una liga para promover el comercio, y para la defensa mutua contra las tribus semíticas. Según Plinio los diez miembros originales eran Escitópolis, Pela, Dión, Gerasa, Filadelfia, Gadara, Rafaná, Canatá, Hipo y Damasco. Tolomeo incluyó otras ciudades al sur de Damasco en una lista de 18 ciudades en el s.II d.C.
Hubo habitantes de Decápolis entre los que se unieron a las grandes multitudes que siguieron a Cristo en Mt.4:25. Desembarcó en esta región en la ciudad de Gerasa. La presencia de tantos cerdos sugiere que la población era predominantemente gentil, la que, al sufrir pérdidas económicas a raíz del milagro, rogó a Cristo que se alejara del lugar, a pesar del testimonio del endemoniado. Cristo volvió a visitar la Decápolis cuando hizo un rodeo inusual por la zona de Hipo, en un viaje desde Sidón hasta la ribera oriental de Galilea. La iglesia judía se refurgió en Pela antes de la guerra del año 70 d.C.


Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 7:31-37

Jesús volvió a salir de la región de Tiro, y fue por Sidón al lago de Galilea, pasando por la región de Decápolis. Le llevaron allí a un sordo y tartamudo, y le rogaban que pusiera la mano sobre él. Jesús lo apartó de la gente, le metió los dedos en las orejas y, con su saliva, le tocó la lengua; luego levantó los ojos al cielo, y lanzando un suspiro le dijo: «¡Efata!», es decir, «¡Ábrete!» Al instante se le abrieron los oídos y se le destrabó la lengua, de modo que comenzó a hablar bien. Jesús les mandó que no contaran esto a nadie, pero mientras más se lo prohibía, ellos más y más lo divulgaban. La gente estaba muy asombrada, y decía: «Todo lo hace bien. Hasta puede hacer que los sordos oigan y que los mudos hablen.»” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Nunca más cierta la frase que dice: “No se puede ocultar el sol con la mano”. El sol es más fuerte y brilla aunque tratemos de ocultarlo.
Asimismo es la verdad. Siempre la verdad es más fuerte y aunque se trate de ocultar, a la larga, en algún momento, sale a la luz.
No se puede vivir en la mentira y el engaño, por más que uno se esfuerce en ocultar los que sucede, tarde o temprano, las cosas se ponen en evidencia. Y estoy hablando tanto de lo bueno como lo malo.
Mientras que muchas personas se dedican a hacer daño y a engañar a la gente, otras hacen obras maravillosas de un amor desprendido que dignifican al otro.
Nosotros, como cristianos somos llamados por Cristo a las buenas acciones y a pedir como Jesús, que no se cuente, porque lo importante es el actuar en el amor, y que el mundo conozca a Dios por nuestras obras, que no son nuestras sino que nacen de la fe y el amor a Dios.
En un tiempo en donde los carteles y las propagandas anuncian las grandes obras de los gobiernos de turno y de los famosos, este mensaje de Jesús nos resulta raro, incluso hasta un poco absurdo. Jesús sana a una persona sordomuda, y la vez les dice a todos que no cuenten nada ¡cuando es obvio que algo pasó si esa persona ahora escucha y habla!
Dios permita que seamos sus instrumentos para que podamos llevar su evangelio a todas las personas que se encuentran atadas. Que podamos se la voz de los sin voz, y que nos ayude a abrir los oídos de aquellos que ya sea por temor o ignorancia no tienen un espíritu crítico y creen en los vendedores de mentiras. Que a través de su Espíritu, Dios nos permita destrabar las lenguas de los que ocultan la verdad y están sordos por su codicia, y no escuchan a miles de voces que claman por justicia, pan y trabajo. Amén.

Querido Jesús, sé que muchas veces estoy sorda a tus palabras y que no quiero escuchar tampoco a tanta gente que me necesita, y prefiero llenar mi cabeza de música, de información, de ruido que me aturda y me mantenga en mi burbuja. Sé también que muchas veces mi lengua permanece atada ante la injusticia, y callo, cuando vos me has llamado a denunciar, a ser la voz de los que no tienen voz. Dame fuerzas, dame integridad, para llevar una vida conforme a tu evangelio. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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