viernes, 25 de noviembre de 2011

27 de Noviembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:


Salmo 80


“Pastor de Israel, escucha;
tú que pastoreas como a ovejas a José,
tú que estás entre querubines, resplandece.


¡Despierta tu poder
delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,
y ven a salvarnos!

¡Dios, restáuranos!
¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos!


Mi Señor, Dios de los ejércitos,
¿hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?


Les diste a comer pan de lágrimas
y a beber lágrimas en abundancia.


Nos pusiste por escarnio de nuestros vecinos
y nuestros enemigos se burlan de nosotros.

¡Dios de los ejércitos, restáuranos!
¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos!


Hiciste venir una vid de Egipto;
echaste las naciones y la plantaste.


Limpiaste el terreno para ella,
hiciste arraigar sus raíces y llenó la tierra.


Los montes fueron cubiertos con su sombra
y con sus sarmientos los cedros de Dios.


Extendió sus vástagos hasta el mar
y hasta el río sus renuevos.


¿Por qué rompiste sus cercas
y la vendimian todos los que pasan por el camino?


La destroza el puerco montés
y la bestia del campo la devora.


Dios de los ejércitos, vuelve ahora;
mira desde el cielo, considera y visita esta viña,


la planta que plantó tu diestra
y el renuevo que para ti afirmaste.


¡Quemada a fuego está, asolada!
¡Perezcan por la reprensión de tu rostro!


Sea tu mano sobre el varón de tu diestra,
sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste.


Así no nos apartaremos de ti;
vida nos darás e invocaremos tu nombre.

¡Mi Señor, Dios de los ejércitos, restáuranos!
¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos!”
Amén.


Curiosidades


¿Qué era un mayordomo?


En el A.T. el mayordomo es la persona que está a cargo de la casa. En el N.T. hay dos palabras que se traducen como mayordomo: epitropos, la persona cuyo cuidado u honor ha sido confiado otro como curador o guardián; y oikonomos, administrador, superintendente. Esta palabra se usa para describir la función de responsabilidad delegada, como en la parábola de los labradores y en la del mayordomo infiel.

Más profundamente se usa para la responsabilidad del cristiano, que le ha sido delegada bajo el “gobierno real de Cristo de su propia casa”. Todas las cosas son de Cristo, y los cristianos son sus ejecutores o mayordomos. Los cristianos son admitidos para cumplir las responsabilidades de administración que tiene Cristo sobre este mundo; de modo que la mayordomía puede considerarse una dispensación.


Evangelio


Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:


Marcos 13:33-37


“Miren, velen y oren, porque no saben cuándo será el tiempo. Es como el hombre que, yéndose lejos, dejó su casa, dio autoridad a sus siervos, a cada uno le dio un trabajo y al mayordomo mandó que velara. Velen, pues, porque no saben cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la mañana; para que cuando venga de repente, no los encuentre durmiendo. Y lo que a ustedes digo, a todos lo digo: ¡Velen!” Amén.


Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:


Velar, estar atentos… y un mundo que duerme…

Duerme porque todos nos hemos acostumbrado a la violencia, la mediocridad y el oportunismo. Usamos palabrotas para referirnos a nuestros amigos, a nuestros novios o esposos e incluso a nuestros propios hijos.

Transitamos por la ciudad insultándonos, sea a pie o en auto. Maltratamos a la gente cuando trabajamos con ella, como cajeros, secretarias o cualquier otro gremio. Disfrutamos de los programas que se ríen de las personas con los famosos bluppers o con chismes de todo tipo, en donde la verdad no tiene ninguna importancia. Hablamos de nuestro país como si fuera de otro diciendo “este país de…”

A todo esto le llamo dormir. Porque para Dios estamos dormidos, no sólo dejamos que las cosas sucedan, nos dejamos llevar por la inercia de un mundo que se autodestruye a diario. Estamos dormidos porque permitimos que las cosas sigan su rumbo sin luchar porque el Reino de Dios se imponga, que el amor, el buen trato y el respeto a los demás se impongan.

La palabra velar casi no se usa ni se entiende lo que quiere decir. Tal vez hablemos de vigilia en la Semana Santa, tomando con esto la idea de pasar una noche despiertos en compañía de otros cristianos. Tal vez pensemos en un velorio, que también exige el estar despiertos acompañando a los deudos durante la noche antes del sepelio… pero esto se usa cada vez menos…

Pero la realidad es que muchos de nosotros conocemos esto de velar: cuando nuestro hijo está muy enfermo y no logramos bajarle la fiebre o los dolores, cuando nos toca quedarnos cuidando a alguna persona que se acaba de operar. El dormir, pero con un ojo abierto, atentos a cualquier señal que nos indique que debemos buscar ayuda…

¿Quién no ha vivido esto?

Jesús nos está pidiendo que estemos así pero en relación a nuestra vida de fe. Que estemos atentos como cristianos a lo que sucede a nuestro alrededor y a actuar conforme las enseñanzas de Jesús. Pero también a prepararnos para nuestra muerte. Tener todas nuestras cosas ordenadas, y no estoy hablando de lo material, sino de nuestras relaciones. Que no hayamos dejado ni charlas, ni arrepentimientos, ni perdones, ni pedidos de perdón. Estar en paz con nuestras conciencias, esto es estar listos, y por eso nos dice que estemos atentos, que velemos, no vaya a ser que se nos escape algún detalle importante y perder esa paz a la que hemos sido llamados a través de Jesucristo.

Vos sos parte de este mundo que duerme y que Dios quiere que despertemos. Salí de tu letargo y animate, Jesús te está llamando. Amén.


Querido Jesús, vos me estás llamando la atención, me estás diciendo que este rumbo que lleva el mundo no es lo que vos querés y no es bueno para nosotros. Ayudame a despertarme de mi letargo, ayudame a salir de mí misma y tomar conciencia de que el tiempo es ahora. Te lo pido a vos que junto con el Padre y el Espíritu Santo reinas por toda la eternidad. Amén.

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