viernes, 20 de mayo de 2011

22 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:


Salmo 33


“¡Griten de júbilo, justos, por mi Señor!,

de los rectos es propia la alabanza;

den gracias a mi Señor con cítara,

salmodien para él al arpa de diez cuerdas;

cántenle un cantar nuevo,

toquen la mejor música en la aclamación!


Pues recta es la palabra de mi Señor,

toda su obra fundada en la verdad;

él ama la justicia y el derecho,

del amor de mi Señor está llena la tierra.


Por la palabra de mi Señor fueron hechos los cielos

por el soplo de su boca toda su mesnada.

Él recoge, como un dique, las aguas del mar,

en depósitos pone los abismos.


¡Tema a mi Señor la tierra entera,

ante él también todos los que habitan el orbe!

Pues él habló y fue así,

mandó él y se hizo.


Mi Señor frustra el plan de las naciones,

hace vanos los proyectos de los pueblos;

mas el plan de mi Señor subsiste para siempre,

los proyectos de su corazón por todas las edades.

¡Feliz la nación cuyo Dios es mi Señor,

el pueblo que se escogió por heredad!


Mi Señor mira de lo alto de los cielos,

ve a todos los hijos de Adán;

desde el lugar de su morada observa

a todos los habitantes de la tierra,

él, que forma el corazón de cada uno,

y repara en todas sus acciones.


No queda a salvo el rey por su gran ejército,

ni el bravo inmune por su enorme fuerza.

Vana cosa el caballo para la victoria,

ni con todo su vigor puede salvar.


Los ojos de mi Señor están sobre quienes le temen,

sobre los que esperan en su amor,

para librar su alma de la muerte,

y sostener su vida en la penuria.


Nuestra alma en mi Señor espera,

él es nuestro socorro y nuestro escudo;

en él se alegra nuestro corazón,

y en su santo nombre confiamos.

Sea tu amor, mi Señor, sobre nosotros,

como está en ti nuestra esperanza.” Amén.


Curiosidades


¿En qué sentido se utiliza en la Biblia la palabra “camino”?


En el uso en el A.T., aparte de los usos literales obvios, hay una gran cantidad de usos metafóricos íntimamente relacionados. Derivan del hecho de que quien se encuentra en una senda pública resulta visible a los demás, y su objetivo y propósitos quedan revelados por la dirección que emprende. De la mayor importancia es el sentido de los propósitos y la voluntad de Dios. Sigue luego la idea de los mandamientos de Dios. “Camino” se usa generalmente de la conducta del ser humano, buena o mala, y hasta de la de los animales. Estos usos son comunes en la literatura de Qumrán.

En el uso en el N.T., hay dos tendencias del uso veterotestamentario que requieren comentario. En Mateo 7 tenemos contrastados los dos modos (o caminos) en que puede andar el ser humano. La prueba más antigua de este uso se encuentra en Qumrán; es común en la literatura rabínica, y fue perfeccionada en la Didajé, la Epístola de Bernabé, y en escritos patrísticos posteriores. Por Hechos sabemos que el “Camino” es la designación más antigua de la iglesia cristiana para sí misma. Esto es en parte ampliación de un uso que ya existía en el A.T., donde se ve al pueblo de Israel en el acto de ser guiados por el camino de Dios. También puede explicarse mediante Mateo 7 como el camino de la salvación. Es probable que Juan 14 haya sido el más influyente de todos, porque aquí Cristo afirma que él es la síntesis de todo lo que “el Camino” significa en relación con Dios.


Evangelio


Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:


Juan 14:1-12


“«No se turbe su corazón.

Creen en Dios: crean también en mí.

En la casa de mi Padre hay muchas mansiones;

si no, se los habría dicho;

porque voy a prepararles un lugar.

Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar,

volveré y los tomaré conmigo,

para que donde esté yo

estén también ustedes.

Y adonde yo voy saben el camino.»

Le dice Tomás: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Le dice Jesús:

«Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.

Nadie va al Padre sino por mí.

Si me conocen a mí, conocerán también a mi Padre;

desde ahora lo conocen y lo han visto.»

Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»

Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con ustedes y no me conoces Felipe?

El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.

¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"?

¿No crees

que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí?

Las palabras que les digo, no las digo por mi cuenta;

el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.

Créanme:

yo estoy en el Padre y el Padre está en mí.

Al menos, créanlo por las obras.

En verdad, en verdad les digo:

el que crea en mí,

hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún,

porque yo voy al Padre.” Amén.


Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:


Camino, calles, rutas, senderos… ¡qué importantes que son para nosotros!

Un camino me lleva de un lugar a otro, me guía para llegar a un lugar… cuando no hay siquiera una senda, el andar se hace mucho más difícil, y en algunos casos, imposible.

Ser camino tiene que ver con servicio, con amor al otro, con facilitarle las cosas, con ser intermediario… no siempre los intermediarios son malos, muchas veces son de gran utilidad y ayuda.

Ser camino tiene que ver con la aceptación del otro, con no discriminar, porque por los caminos pasan todos por igual, independientemente de su zapato o medio de locomoción.

Ser camino tiene que ver con estar en el medio, y quien está en el medio sabe todo lo que sucede a su alrededor, es parte del paisaje, aunque de alguna manera haya roto con él.

Ser camino tiene que ver con sudor, cansancio, prisa… porque los caminos se hacen más claros y más profundos cuanto más son transitados.

Los caminos los hacemos las personas por la necesidad de comunicarnos, de trasladarnos, de encontrarnos…

No es casual que Jesús haya utilizado la imagen del camino para autodefinirse y para que quienes lo estuvieran escuchando comprendieran lo que les quería transmitir.

A pesar de los años que han pasado, a pesar de las carreteras, rutas y autopistas, el significado y el sentido del camino es el mismo. Pensar en Jesús como quien me permite el encuentro, el amor por el otro, el ser útil, el no discriminar a aceptar a las personas tal como son, y tantas cosas más que tienen que ver con el camino, me acerca a Él y me atrae, me gusta.

Jesús es el camino por el que quiero andar, compartir con los demás, buscar que otros conozcan este camino que me fortalece, me tonifica, me relaja, me recrea. ¿Te animás a caminarlo conmigo? Amén.


Querido Jesús, vos me dijiste que sos el Camino, que sólo a través tuyo puedo conocer a Dios. Dejame recorrerte, caminar en tu Palabra, dejarme llevar por las curvas y recovecos que mi vida tenga. Sé que siempre vas a tener una sombra lista para cuando esté cansada o agobiada y un refugio para mi descanso. ¡Gracias, amigo, por todas tus bendiciones! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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