viernes, 10 de noviembre de 2017

12 de Noviembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 63

“¡Dios, Dios mío eres tú! 
¡De madrugada te buscaré! 
Mi alma tiene sed de ti, 
mi carne te anhela 
en tierra seca y árida 
donde no hay aguas,

para ver tu poder y tu gloria, 
así como te he mirado en el santuario.

Porque mejor es tu misericordia que la vida, 
mis labios te alabarán.

Así te bendeciré en mi vida; 
en tu nombre alzaré mis manos.

Como de médula y de grosura será saciada mi alma, 
y con labios de júbilo te alabará mi boca,

cuando me acuerde de ti en mi lecho, 
cuando medite en ti en las vigilias de la noche,

porque has sido mi socorro 
y así en la sombra de tus alas me regocijaré.

Está mi alma apegada a ti; 
tu diestra me ha sostenido.

Pero los que para destrucción buscaron mi alma 
caerán en los sitios bajos de la tierra.

Los destruirán a filo de espada; 
serán presa de los chacales.

Pero el rey se alegrará en Dios; 
será alabado cualquiera que jura por él, 
porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.” Amén.

Curiosidades

¿Cómo era la iluminación en la Edad Media?

La iluminación artificial modificó la vida humana permitiendo la realización de actividades que eran posibles solamente durante las horas diurnas.
La primera iluminación artificial fue el fuego, el hombre primitivo encendía fogatas para calentarse y auyentar a los animales salvajes. Las chispas que saltaban de estas fogatas se convirtieron en las primeras antorchas. La antorcha fue una importante fuente de iluminación durante milenios. En la Edad Media las antorchas ancladas en soportes o portátiles sirvieron de alumbrado público.
Antes de la aparición de la energía eléctrica, la calidad de las fuentes de luz artificial no irradiaba una buena iluminación, en tiempos de lámparas de aceite y velas de sebo, solo los ricos podían acceder a la luz artificial, ya que la gente humilde debía elegir entre usar el aceite para sus alimentos o para iluminar. El mismo aceite que se usaba para cocinar, servía para dar lumbre.
Las lámparas de terracota mas antiguas datan de 7000 a 8000 a.C., (encontradas en la media luna de las tierras fértiles, entre los ríos Tigris y Éufrates.) En Persia y Egipto se han encontrado lámparas de cobre y bronce, datan aproximadamente del 2700 a.C.
Aproximadamente hacia el 1000 a. C. se usaban aceites de oliva o nuez con mechas vegetales, los cuales ofrecían mayor luminosidad. Cinco siglos más tarde, estas lámparas formaban parte de la vida doméstica. En épocas del Imperio Romano se empleaban lámparas de terracota con o sin esmaltar y con una o varias mechas. Con la introducción del bronce y luego del hierro, los diseños de las lámparas de aceite se volvieron más sofisticados.
Las velas comenzaron a usarse en los inicios de la era cristiana y su fabricación es probablemente una de las industrias mas antiguas. La primeras velas se elaboraban con palos de madera recubiertos con cera de abeja. Se presume que los fenicios fueron los primeros en usar velas de cera hacia el 400 d.C.). Las velas se fabricaban a partir de la grasa animal (sebo), era privativo de los ricos el uso de cera de abejas.
El uso de velas no era tan común como el de lámparas de aceite, no obstante su uso se incrementó durante el medievo. Durante los siglos XVI a XVIII, las velas eran la forma mas común para iluminar los interiores de los edificios.
En el siglo XVIII se introdujo el "aceite de ballena" (spermaceti). La vela spermaceti, por su llama constante y nítida se convirtió en la llamada candela, de uso estandar para la iluminación artificial . La candela era la luz producida por una vela spermaceti con un peso de 1/6 de libra y quemándose a un ritmo de 120 gr. por hora.
Con la aparición de la parafina en 1850, dejó de usarse la spermaceti por ser mucho más económica. Los candelabros con velas fueron la fuente de iluminación hasta la llegada del gas.
http://www.construmatica.com/construpedia/Iluminaci%C3%B3n_Artificial

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 25:1-13

»Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Como el novio tardaba, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: "¡Aquí viene el novio, salgan a recibirlo!" Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: "Dennos de su aceite, porque nuestras lámparas se apagan". Pero las prudentes respondieron diciendo: "Para que no nos falte a nosotras y a ustedes, vayan más bien a los que venden y compren para ustedes mismas". Pero mientras ellas iban a comprar, llegó el novio; y las que estaban preparadas entraron con él a la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron también las otras vírgenes, diciendo: "¡Señor, señor, ábrenos!" Pero él, respondiendo, dijo: "De cierto les digo que no las conozco". Velen, pues, porque no saben el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Cuando leemos o escuchamos esta historia, una de las preguntas que surgen es ¿por qué las cinco mujeres que tenían provisión de aceite no compartieron con las otras 5? ¿Su actitud no era egoísta? ¿Jesús está valorando su mezquindad?
Claramente el relato no se centra en este tema sino que habla de algo más, y ese algo más tiene que ver con la fe, que es personal.
muchas veces llegan a mí personas afligidas por hijos/as, hermanos/as, amigo/as que no tienen fe. ¿Qué podemos hacer por aquellas personas que no tienen fe en Dios?
Mi respuesta es: nada. Porque es algo absolutamente personal. Puedo estimular y propiciar, pero no existe una vacuna o inyección para que la persona tenga fe.
La oración es un gran recurso, orar por otra persona, orar por mí misma para aumentar mi fe... pero es un regalo de Dios. Es Dios el que da la fe, que quita las vendas, ilumina y se manifiesta en cada persona. Yo diría, incluso más allá de su credo.
Después están las oportunidades que se nos presentan, que son únicas y las tenemos que aprovechar.
Éste es el tiempo de la oportunidad, y está en nosotros donde "ponemos las fichas", a qué o quién "apostamos". Dice también Jesús: "en donde tu tesoro, ahí está tu corazón".
Las mujeres que cuidaron de tener aceite en sus lámparas a la hora que llegaba el novio, estaban concentradas en lo importante, en la misión que se les había encomendado. Las otras cinco, se distrajeron, y tuvo u costo.
Así es en la vida de fe, pero también en todos las índoles de la vida... Pensalo, no vaya a ser que estés perdiendo tu tiempo y tus oportunidades, y se te escape lo importante, lo que da el sentido a tu vida. Amén.

Querido Jesús, ayudame a estar atenta a tu voz, a las oportunidades que Dios pone delante de mí. No dejes que me distraiga con las vanalidades del día a día, no dejes que tenga miedo a enfrentar los desafíos y los cambios que puede significar en mi vida el tiempo propicio, el de la oportunidad. Te lo pido a vos, que junto con el Padre y el Espíritu Santo reinas por toda la eternidad. Amén.

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