viernes, 3 de febrero de 2017

12 de Febrero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 119 (1-8.17-24.33-40)

“Felices los que van por un camino intachable,
los que siguen la ley del Señor,
Felices los que cumplen sus prescripciones
y lo buscan de todo corazón
los que van por sus caminos,
sin hacer ningún mal.
Tú promulgaste tus mandamientos
para que se cumplieran íntegramente.
¡Ojalá yo me mantenga firme
en la observancia de tus preceptos!
Así no sentiré vergüenza,
al considerar tus mandamientos.
Te alabaré con un corazón recto,
cuando aprenda tus justas decisiones.
Quiero cumplir fielmente tus preceptos:
no me abandones del todo…

… Sé bueno con tu servidor,
para que yo viva y pueda cumplir tu palabra.
Abre mis ojos,
para que contemple las maravillas de tu ley.
Soy un peregrino en la tierra,
no me ocultes tus mandamientos.
Mi alma se consume,
deseando siempre tus decisiones.
Tú amenazas a esos malditos arrogantes,
que se desvían de tus mandamientos.
Aparta de mí la vergüenza y el desprecio,
porque yo cumplo tus prescripciones.
Aunque los poderosos se confabulen contra mí,
yo meditaré tus preceptos.
Porque tus prescripciones son todo mi deleite,
y tus preceptos, mis consejeros…

…Muéstrame, Señor, el camino de tus preceptos,
y yo los cumpliré a la perfección.
Instrúyeme, para que observe tu ley
y la cumpla de todo corazón.
Condúceme por la senda de tus mandamientos,
porque en ella tengo puesta mi alegría.
Inclina mi corazón hacia tus prescripciones
y no hacia la codicia.
Aparta mi vista de las cosas vanas;
vivifícame con tu palabra.
Cumple conmigo tu promesa,
la que hiciste a tus fieles.
Aparta de mí el oprobio que temo,
porque tus juicios son genuinos.
Yo deseo tus mandamientos:
vivifícame por tu justicia.” Amén.

Curiosidades

¿Cómo fue Thomas Müntzer como militante de los Reformadores de Wittenberg?
Su estadía en Wittenberg entre 1517 y 1519, con interrupciones múltiples… adhirió al temprano movimiento de la Reforma y se contactó con sus representantes. Durante la Pascua de 1519 reemplazó por un tiempo al predicador Franz Günther en Jüterbog, quien se había trabado en un conflicto con los franciscanos del lugar. La crítica a la iglesia de Müntzer… intensificó el conflicto allí existente, que fue la antesala de la Disputa de Leipzig y recibió apoyo por parte de Lutero. Luego de haber asumido en 1519 el cargo de confesor en un convento de monjas cistercienses en Beuditz cercano a Weißenfels, por primera vez se detectan en él rastros de una conciencia personal de enviado. Aquí encontró tiempo para dedicarse con intensidad al estudio de autores antiguos: los padres de la iglesia, en especial Agustín, la historia de la temprana iglesia, pero también las actas de los concilios impulsores de reformas en Constanza y Basilea.
Por recomendación de Lutero en mayo de 1521, Müntzer asumió un reemplazo prolongado del predicador Johannes Egranus, en la iglesia Santa María de Zwickau. Müntzer interpretó esa tarea de reemplazante como un llamado a la proclamación en línea con las propuestas de la Reforma. Ya su primera predicación generó un conflicto con los influyentes franciscanos del lugar, que fue apaciguado con la intervención del consejo municipal y el funcionario del príncipe elector. Luego de regresar Egran, a Münzter se le encomendó el cargo vacante de predicador en la segunda iglesia de la urbe, Santa Catalina. No había diferencias sociales importantes entre ambas parroquias. En oposición a la concepción erasmiana de Reforma que impulsaba Egran, Münzter proclamaba una certeza de fe inspirada en los tiempos apostólicos y vivenciable a través del Espíritu Santo. Liderada por el tejedor Nikolaus Storch se congregó en torno suyo un grupo laico marcado por un despertar piadoso y reformador, crítico del bautismo de párvulos y con expectativas apocalípticas. Por el contrario, Egran y su público representaban un cristianismo reformador de tendencia más tradicional. Los seguidores de Müntzer denunciaban a Egran y a sus adherentes como reformadores en apariencia, cerrados a un evangelio renovado, polarizando así el conflicto. El 16 de abril de 1521 el consejo de la ciudad despidió a Müntzer de su cargo.
Müntzer abandonó la ciudad y con su conciencia de enviado intacta, se dirigió a Bohemia, donde ya desde antes sospechaba estarían los mejores cristianos. Como siervo-profeta de Dios en vísperas del Juicio Final se propuso ganarlos para iniciar una iglesia purificada según el ejemplo del tiempo de los apóstoles. Al comienzo, los círculos universitarios de Praga lo vieron como representante de la Reforma surgida en Wittenberg. En una misiva de noviembre de 1521 desarrolló su polémica anticlerical aguzada y los ejes de su proclamación (seguimiento a Cristo, experiencias vivas de Dios, restitución del orden creacional originario). Sólo se le prestó atención parcialmente, fue puesto bajo supervisión y antes de fin de año se lo obligó a abandonar el país. Hasta fines del año 1522 sólo hay rastros de intentos por parte de Müntzer de conseguir un cargo y un nuevo punto de partida para su cometido. En el pasaje del año 1522 a 1523 obtuvo un cargo como capellán en el convento de monjas cistercienses Glaucha cercano a Halle que, sin embargo, tuvo que dejar apenas tres meses después.
http://www.thomas-muentzer.de/person_es.htm

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 5:17-37

“No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.
Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. 
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: "No matarás", y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego. Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo. 
Ustedes han oído que se dijo: "No cometerás adulterio". Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti; es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. 
También se dijo: "El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio". Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio. 
Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: "No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor". Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. Cuando ustedes digan «sí», que sea sí, y cuando digan «no», que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

La hipocresía es parte del mundo adulto. A veces por aparentar, a veces por protegernos, para no exponernos. Es como una actuación.
El origen de la palabra, que es griega, no sólo significa falsedad, sino actuación. Hipócrita es actor, actriz, es representar algo o alguien que no soy.
Toda persona tiene algo de hipócrita, al menos cuando te preguntan “¿cómo andás?”, y decís “bien”, cuando tal vez en realidad no sea así… pero ¿por qué tenemos que contar lo que nos pasa a todos el mundo?
El problema es la doble cara, la falsedad, que hace de esa persona alguien poco confiable, alguien que no sabemos dónde está parada.
Nuestra hipocresía nos aleja de Dios, porque nuestra relación con Dios está directamente relacionada con nuestra relación con las personas que nos rodean. Nuestra transparencia y coherencia entre lo que decimos y hacemos, nos hace personas confiables, ganamos el respeto de la gente. Dios espera de nosotros/as esa actitud, esa forma de ser en la vida.
Pero si bien ganamos el respeto de la gente, al mismo tiempo se nos cierran puertas y algunas cosas se nos hacen más difíciles, porque la hipocresía también engaña, si en la actuación somos creíbles. Pero es una credibilidad efímera, no se puede actuar siempre, cuando no se es sincero/a, auténtico/a, a la larga sale a la luz quienes somos realmente.
Dios no espera de nosotros/as la perfección, sino la autenticidad, la sinceridad, por más que esto a veces no nos convenga. Porque el camino de la hipocresía no se sabe ni donde termina, no como acaba. Amén.

Querido Jesús, vos fuiste siempre auténtico, coherente, y eso te llevó primero a la popularidad, luego a la soledad y finalmente a la muerte en cruz. Sé que no es un camino fácil, pero también creo que es el mejor. Ayudame a ser como vos, a seguir tus pasos, a no tener miedo de los riesgos que tiene una vida en la transparencia. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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