viernes, 20 de febrero de 2015

22 de Febrero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 25

“A ti, mi Señor, levantaré mi alma.
Dios mío, en ti confío;
no sea yo avergonzado.
¡No se alegren de mí mis enemigos!
Ciertamente, no será confundido ninguno de cuantos esperan en ti;
serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

Muéstrame, mi Señor, tus caminos;
enséñame tus sendas.
Encamíname en tu verdad y enséñame,
porque tú eres el Dios de mi salvación;
en ti he esperado todo el día.

Acuérdate, mi Señor, de tus piedades y de tus misericordias,
que son perpetuas.
De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones no te acuerdes.
Conforme a tu misericordia acuérdate, mi Señor, de mí,
por tu bondad.

Bueno y recto es mi Señor;
por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
Encaminará a los humildes en la justicia
y enseñará a los mansos su carrera.
Todas las sendas de mi Señor son misericordia y verdad
para los que guardan su pacto y sus testimonios.

Por amor de tu nombre, mi Señor,
perdonarás también mi pecado, que es grande.
¿Quién es el hombre que teme a mi Señor?
Él le enseñará el camino que ha de escoger.
Gozará él de bienestar
y su descendencia heredará la tierra.
La comunión íntima de mi Señor es con los que lo temen,
y a ellos hará conocer su pacto.
Mis ojos siempre se dirigen hacia mi Señor,
porque él saca mis pies de la red.

Mírame y ten misericordia de mí,
porque estoy solo y afligido.
Las angustias de mi corazón se han aumentado;
sácame de mis congojas.
Mira mi aflicción y mi trabajo
y perdona todos mis pecados.
Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado
y con odio violento me aborrecen.
¡Guarda mi alma y líbrame!
No sea yo avergonzado, porque en ti he confiado.
Integridad y rectitud me guarden,
porque en ti he esperado.

¡Redime, Dios, a Israel
de todas sus angustias!”
Amén.

Curiosidades

¿A qué se refiere la palabra “desierto” en la Biblia?
En la Escritura las palabras vertidas “desierto”, “yermo”, o “páramo” incluyen no sólo los desiertos estériles constituidos por dunas de arena o rocas, que encienden la imaginación popular en cuanto a lo que es un desierto, sino también las zonas esteparias y las tierras de pastoreo adecuadas para el ganado.
La palabra hebrea más común es misbar, palabra ya bien atestiguada en los relatos épicos cananeos de Ugarit en la forma mdbr. Este vocablo puede indicar pastizales de pastoreo, adecuados para apacentar ovejas, a veces abrasados por sequía estivales, como también zonas desoladas formadas por rocas y arena. Lo mismo se aplica al griego eremos en el NT; nótese que al “desierto” de Mateo 14 no le falta “mucha hierba”.
El hebreo yesîmôn, traducido a veces como nombre propio “Jesimon”, se usa para desiertos relativamente pelados en Judea. El desierto visto desde Pisga indudablemente incluía las gredosas tierras desérticas a ambos lados del canal del Jordán antes de desembocar al mar Muerto, las laderas del Pisga y su cadena se prolonga hacia el valle del Jordán, y tal vez los bordes del desierto de Judea del otro lado, detrás del Jericó y al N y al S de Qumrán. Además de su uso como nombre propio para el largo valle Ácaba, el término arabâ puede usarse como sustantivo común para estepa o monte bajo donde los animales salvajes tienen que buscar su alimento, o para el desierto inhóspito. Las palabras siyyâ, “tierras secas” y tohû, “páramo” se refieren a zonas desérticas estériles e inhabitables.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.349-350)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 1:12-15

Luego el Espíritu lo impulsó al desierto. Y estuvo allí en el desierto cuarenta días. Era tentado por Satanás y estaba con las fieras, y los ángeles lo servían.
Después que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios. Decía: «El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepiéntanse y crean en el evangelio!»” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Para un equilibrio en la vida es importante apoyarse en tres patas: el diálogo con Dios, la introspección o diálogo con uno mismo, y la relación con los demás en coherencia con las dos patas anteriores, buscando mejorar el entorno.
Cada una de las patas, como he decidido denominarlas hoy, deben ser del mismo largo, no puedo dedicarle o priorizar ninguna de ellas, porque automáticamente se desequilibraría.
La oración o el diálogo con Dios, es un cable a lo trascendente, que es más fuerte y más perfecto que lo humano. En ese espacio es donde puedo soñar, puedo creer que es posible todo, si lo emprendo con la certeza de que no estoy sola, que Dios me acompaña. Con Dios me cargo las pilas, puedo se frágil y débil, compartir mis miedos y dudas, puedo descansar en la certeza de que está a mi lado y me protege.
La introspección o diálogo conmigo misma, me sincero, veo cuales son mis fortalezas y mis debilidades. Asumo que no siempre tengo ganas, que el egoísmo me absorbe y que muchas veces desearía no involucrarme en los problemas y quedarme en mi comodidad. En el diálogo conmigo misma leo, me instruyo, medito, busco, reflexiono, me fortalezco para tener claro lo que quiero y adónde voy.
La parte más complicada es la de mi compromiso con el otro, con mi prójimo, en donde seguramente muchas veces voy a chocar o incluso correr peligro si me comprometo con la vida, si lo que busco es hacer algo para mejorar el lugar en donde vivo, y que esta mejora signifique un cambio en la calidad de vida de las personas que me rodean.
El punto es que si logro el equilibrio de estas tres dimensiones, estas tres patas, mi vida realmente va a ser plena, feliz. Mi vida tendrá sentido y coherencia, sentiré la libertad que me da una fe madura en donde yo soy la artífice de mi vida, elijo lo que quiero hacer y cómo, y me hago responsable también de la sociedad que comparto con las personas que me rodean. Es verdad que seguramente esto mismo me traerá problemas, que me equivocaré también, que en ocasiones me sentiré frustrada o decepcionada, pero es parte de lo mismo, es parte de la vida.
Pero vale la pena, porque me permite ser yo misma y no parte de una masa que le es funcional a los gobernantes y los que están en el poder. Pensalo. Seguramente es la mejor propuesta que has tenido hace tiempo: no tenés que llamar a ningún número, ni participar de ningún sorteo, sólo lo tenés que comenzar a practicar como estilo de vida. Junto con Dios, claro. Amén.

Querido Jesús, ¡gracias por enseñarme lo importante que es retirarme un poco aparte antes de emprender una tarea complicada! ¡Gracias por ayudarme a percibir que si me pongo en las manos de Dios todo es más fácil! ¡Gracias por tu ejemplo de coherencia y entrega! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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