viernes, 11 de julio de 2014

13 de Julio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 65

“Tuya, Dios, es la alabanza en Sión,
y a ti se pagarán los votos.
Tú oyes la oración;
a ti vendrá toda carne.
Las iniquidades prevalecen contra mí,
pero tú perdonas nuestras rebeliones.
Bienaventurado el que tú escojas y atraigas a ti
para que habite en tus atrios.
Seremos saciados del bien de tu Casa,
de tu santo Templo.

Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia,
Dios de nuestra salvación,
esperanza de todos los términos de la tierra
y de los más remotos confines del mar.
Tú, el que afirma los montes con su poder,
ceñido de valentía;
el que sosiega el estruendo de los mares,
el estruendo de sus olas,
y el alboroto de las naciones.
Por tanto, los habitantes de los confines de la tierra temen ante tus maravillas.
Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.

Visitas la tierra y la riegas;
en gran manera la enriqueces.
Con el río de Dios, lleno de aguas,
preparas el grano de ellos cuando así la dispones.
Haces que se empapen sus surcos,
haces correr el agua por sus canales,
la ablandas con lluvias,
bendices sus renuevos.
Tú coronas el año con tus bienes
y tus nubes destilan abundancia,
destilan sobre los pastizales del desierto
y los collados se ciñen de alegría.
Se visten de manadas los llanos
y los valles se cubren de grano;
¡dan voces de júbilo y aun cantan!” Amén.

Curiosidades

¿A qué se refiere en la Biblia la palabra “vanidad”?
Los tres vocablos hebreos principales traducidos “vanidad” en las versiones en castellano se distribuyen en general como sigue: hebel, saw y tohû, literalmente “vapor”, “aliento”, indica la inutilidad de las empresas humanas. Así es la vida natural del ser humano. Figuradamente hebel transmite la idea de algo insustancial, sin valor, así “vanidad son (los ídolos)”. La adoración de los mismos es, por consiguiente, inútil. Improductivos resultan, también, los que se vuelven hacia esas cosas vanas. La idolatría es el culto al “no dios”, lo cual provoca a Dios, en contraste con el verdadero culto a Dios. Dado que los ídolos y su culto despiertan esperanzas vanas, sin valor tiene que ser igualmente la proclamación de los falsos profetas. “Vana ofrenda” es el ritual sin justicia. La riqueza obtenida por vanidad se desvanece. Hebel se refiere a la vida humana de las personas: “toda persona” tiene “término corto”. Esta hebel de toda la existencia humana está plenamente tratada en el libro de Eclesiastés.
Con saw se introduce la idea de “sucio”, “indecente”, “malo”. Job ilustra esto con referencia al comportamiento; Salmos 12 y 41 con referencia al habla; Ezequiel con respecto a la vista. La palabra awen, que significa “aliento”, también se traduce “vanidad” en algunas versiones. Se inclina más, sin embrago, a la idea de iniquidad, y por ello se traduce con términos tales como “engaño”, “iniquidad”, “calamidad”, “perversidad”, “tontería”, etc., según la versión. Tohû, literalmente “yermo”, luego figuradamente “vaciedad”, “inutilidad”; así Dios considera a las naciones.
En el NT la palabra vanidad aparece sólo cuatro veces, en donde se usa el puramente bíblico y eclesiástico mataiotes. En Efesios se refiere a comportamiento y allí “incluye la inutilidad o fatuidad moral tanto como la intelectual. Esa vanidad se declara de todo cuanto está comprendido en la palabra nous, el entendimiento del corazón. Todo lo que se incluye en los versículos que siguen respecto de la ceguera y la depravación del corazón está por consiguiente comprendido en la palabra vanidad”. En 2 Pedro la referencia es al habla, con la idea de “falto de verdad”, “inapropiado”. En Romanos el pensamiento es “fragilidad”, “debilidad”, “falta de vigor”. “La idea de la búsqueda de los que no se encuentra, y por ende de inutilidad, frustración, desaliento. El pecado acarreó esta maldición a la creación; hizo que resultase inevitable una perspectiva pesimista del universo. Hyperage: el momento preciso que denota es el de la caída, cuando Dios pronunció una maldición contra la tierra por causa del ser humano”.
Las deidades paganas son vanidades, cosas vanas. Relacionada con la palabra “vanidad” está la palabra “vano”, literalmente “desprovisto de fuerza o propósito”. Nuestro Señor dijo que el culto gentil y la piedad farisaica eran así; así también estimaba Pablo la filosofía pagana. Es posible por infidelidad en el servicio cristiano volverse así. Donde se niega la resurrección de Cristo, la predicación es “falsa” y la fe no tiene fuerza. La lealtad a la ley priva a la fe de su valor, y a la muerte de Cristo su efecto. Mas la fe sin obras es tan vana como las obras sin fe.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág. 1399-1400)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Romanos 8:18-23

“Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse, porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. La creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza. Por tanto, también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora. Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Como cristianos creemos que el mejor tiempo está por venir. La idea de un final trágico, violento, apocalíptico no tiene nada que ver con nuestra fe.
Antes de irse con el Padre, Jesús mismo nos anunció ese mundo de armonía, paz y belleza en donde toda la naturaleza volverá al principio, a ese tiempo en donde todavía el pecado no había entrado al mundo.
Pero a la vez sabemos que tenemos parte en la construcción de ese tiempo, que Jesús nos dejó la responsabilidad de ir transformando nuestra realidad presente a través de nuestras manos, nuestras iniciativas.
El texto de hoy lo presenta como un embarazo, como algo que es inminente que de un momento a otro va a suceder. Esta era la idea de los primeros cristianos.
Ahora sabemos que el proceso es más lento, pero a la vez debemos asumir que no hacemos demasiado para que el tiempo final se aproxime, porque nos cuesta el compromiso y porque en muchas ocasiones, no sabemos cómo hacer con los problemas graves por los que atravesamos como humanidad.
Por eso, en estos programas que sábado a sábado vamos compartiendo,  insisto con las pequeñas actitudes que provocan cambios en nuestro entorno, cosas posibles y que sumadas hacen mucho y sirven de ejemplo y aliento para que otras personas de otros lugares se sumen.
La creación está esperando, el mundo está esperando que nos hagamos cargo de esa transformación en donde nadie destruya a nadie, ni maltrate a nadie, que podamos convivir en armonía las personas, los animales y la naturaleza en general, y por supuesto… depende de nosotros, de vos, de mí, de todas personas que habitamos este lugar. Amén.

Querido Jesús, sé que no hay magia, que si yo no me pongo las pilas tu reino no va a llegar. Me dejaste una misión y tengo que cumplirla, ayudame a que no me quede en el amago porque me parece demasiado. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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