Cada
latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios,
escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:
Salmo 66
“Aclamen con júbilo
a Dios, habitantes
de toda la tierra;
Canten la gloria de Su nombre;
Hagan gloriosa Su alabanza.
Digan a Dios: “¡Cuán portentosas son Tus obras!
Canten la gloria de Su nombre;
Hagan gloriosa Su alabanza.
Digan a Dios: “¡Cuán portentosas son Tus obras!
Por la grandeza de
Tu poder, Tus enemigos fingirán que Te obedecen.
Toda la tierra Te adorará,
Y cantará alabanzas a Ti,
Cantará alabanzas a Tu nombre.”
Toda la tierra Te adorará,
Y cantará alabanzas a Ti,
Cantará alabanzas a Tu nombre.”
Vengan y vean las
obras de Dios,
Admirable en Sus hechos a favor de los hijos de los hombres.
Convirtió el mar en tierra seca;
Cruzaron el río a pie;
Admirable en Sus hechos a favor de los hijos de los hombres.
Convirtió el mar en tierra seca;
Cruzaron el río a pie;
Regocijémonos allí en
El.
El domina con Su poder para siempre;
Sus ojos velan sobre las naciones;
No se enaltezcan los rebeldes.
El domina con Su poder para siempre;
Sus ojos velan sobre las naciones;
No se enaltezcan los rebeldes.
Bendigan, oh
pueblos, a nuestro Dios,
Y hagan oír la voz de Su alabanza.
El es quien nos guarda con vida,
Y no permite que nuestros pies resbalen.
Y hagan oír la voz de Su alabanza.
El es quien nos guarda con vida,
Y no permite que nuestros pies resbalen.
Porque Tú nos has
probado, oh Dios;
Nos has refinado como se refina la plata.
Nos metiste en la red;
Carga pesada pusiste sobre nuestros lomos.
Hiciste cabalgar hombres sobre nuestras cabezas;
Pasamos por el fuego y por el agua,
Pero Tú nos sacaste a un lugar de abundancia.
Nos has refinado como se refina la plata.
Nos metiste en la red;
Carga pesada pusiste sobre nuestros lomos.
Hiciste cabalgar hombres sobre nuestras cabezas;
Pasamos por el fuego y por el agua,
Pero Tú nos sacaste a un lugar de abundancia.
Entraré en Tu casa
con holocaustos;
A Ti cumpliré mis votos,
Los que pronunciaron mis labios
Y habló mi boca cuando yo estaba en angustia.
A Ti cumpliré mis votos,
Los que pronunciaron mis labios
Y habló mi boca cuando yo estaba en angustia.
Te ofreceré sacrificios
de animales engordados,
Con el humo de la ofrenda de carneros;
Haré una ofrenda de toros y machos cabríos.
Con el humo de la ofrenda de carneros;
Haré una ofrenda de toros y machos cabríos.
Vengan y oigan, todos los que temen (reverencian) a Dios,
Y contaré lo que El ha hecho por mi alma.
Y contaré lo que El ha hecho por mi alma.
Con mi boca clamé a
El,
Y ensalzado fue con mi lengua.
Si observo iniquidad en mi corazón,
El Señor no me escuchará.
Pero ciertamente Dios me ha oído;
El atendió a la voz de mi oración.
Y ensalzado fue con mi lengua.
Si observo iniquidad en mi corazón,
El Señor no me escuchará.
Pero ciertamente Dios me ha oído;
El atendió a la voz de mi oración.
Bendito sea Dios,
Que no ha desechado mi oración,
Ni apartado de mí Su misericordia.” Amén.
Que no ha desechado mi oración,
Ni apartado de mí Su misericordia.” Amén.
Curiosidades
Se alega que Éxodo 4:24ss y Josué 5:2ss,
juntamente con Génesis 17, ofrecen tres relatos distintos del origen del rito,
pero en realidad, Éxodo 4 difícilmente pueda explicarse a menos que fuera ya
una práctica establecida la circuncisión de párvulos o niños, y Josué 5 declara
que los que salieron de Egipto fueron circuncidados. Génesis 17 es el único
relato bíblico sobre el origen de la circuncisión israelita. Dicho rito fue
integrado al sistema mosaico en conexión con la Pascua, y aparentemente
continuó practicándose a través de todo el AT. Constituyó un rasgo fundacional
del judaísmo del NT, y fue causa de las controversias judaicas del período
apostólico. Los judíos del NT habían relacionado la circuncisión tan
íntimamente con Moisés, que habían olvidado virtualmente su relación más
fundamental con Abraham. Nuestro Señor se vio precisado de recordarles que era
práctica anterior a Moisés; Pablo destaca el hecho de que era precisamente la
creencia en la relación mosaica del rito lo que era motivo de repudio por parte
del cristianismo, y repetidamente recalca para sus lectores su origen
abrahamico.
Evangelio
Desde el
interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos
sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:
Gálatas 6:14-18
“Pero jamás acontezca
que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el
mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo. Porque ni la
circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. Y a los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea sobre ellos y sobre el Israel de Dios.
De aquí en adelante nadie me cause molestias, porque yo llevo en
mi cuerpo las marcas (cicatrices) de Jesús.
Hermanos, la gracia de
nuestro Señor Jesucristo sea con el espíritu de ustedes.” Amén.
Los
textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos
podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:
Una
de las cosas que nos hace daño a los seres humanos son las historias pasadas
que no logramos cerrar, dolores que padecimos y que permanecen afloran a cada
momento. Esto mismo no nos permite vivir en paz, ya que los recuerdos nos
atormentan y de alguna manera influyen en nuestra forma de actuar y de
relacionarnos con las demás personas.
Muchas
veces lo que nos atormenta no lo podemos solucionar con una charla con la
persona que acuso el daño porque ya no tenemos posibilidades de encontrarnos,
porque no nos “da el cuero·, porque nos parece que pasaron tantos años que ya
no tiene sentido o simplemente porque ya falleció quien nos dañó. A veces nos
atormentamos por nuestras propias decisiones, por cosas que hicimos y que no
tienen regreso.
Esto
hace necesario un proceso de reconciliación con nuestra historia, con nuestra
vida, con nosotros mismos. Pero la realidad es que no es algo que podamos hacer
solos, sino que necesitamos del otro, de alguien que nos permita reflexionar y
detectar el problema en sí y así vencerlo.
Una
de las posibilidades es ir al psicólogo o psicóloga, para que nos ayude y así
encontrar la paz tan ansiada. Pero a veces no es suficiente.
Jesús
nos propone una vida nueva a partir de la fe. Él vino al mundo para cargar
todos nuestros dolores, frustraciones y culpas, para que a partir de esa
“limpieza” podamos renacer a una vida nueva.
En
este proceso, Jesús nos invita a asumir nuestras responsabilidades, y a través
de un arrepentimiento sincero sentir el perdón de Dios. Así, una vez que
sentimos el perdón de Dios, buscar este pensamiento: si Dios me ha perdonado,
yo también me tengo que perdonar, si Dios me libera, yo también tengo que
liberarme, dejar todo dolor atrás, y por a amor a Dios, buscar vivir en esa
reconciliación, confiados que somos llamados a la vida plena.
El
ser humano es complicado, todos somos complicados y somos propensos a
aferrarnos a nuestras viejas historias de rencor y resentimiento. Pero esto
mismo no nos permite vivir plenamente y nos va enfermando a nosotros mismos y a
la gente con la que compartimos nuestras vidas.
Jesús
nos invita a ser una nueva creación, a dejar toda historia de dolor, a
liberarnos de nuestras ataduras, no porque quien nos hizo daño merece nuestro
perdón, sino por nosotros mismos, para que no nos siga arrastrando a un pasado
al que no queremos volver. Está en cada uno de nosotros aceptar su propuesta de
amor. Amén.
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