viernes, 9 de octubre de 2015

11 de Octubre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 90

Señor, tú nos has sido refugio
de generación en generación.
Antes que nacieran los montes
y formaras la tierra y el mundo,
desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

Vuelves a convertir en polvo al hombre
y dices: «¡Conviértanse, hijos de los hombres!»
Ciertamente mil años delante de tus ojos
son como el día de ayer, que pasó,
y como una de las vigilias de la noche.

Los arrancas como con torrente de aguas; son como un sueño.
Como la hierba que crece en la mañana:
en la mañana florece y crece;
a la tarde es cortada y se seca.

Ciertamente con tu furor somos consumidos
y con tu ira somos turbados.
Pusiste nuestras maldades delante de ti,
nuestros yerros a la luz de tu rostro.
Ciertamente todos nuestros días declinan a causa de tu ira;
acabamos nuestros años como un pensamiento.
Los días de nuestra edad son setenta años.
Si en los más robustos son ochenta años,
con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
porque pronto pasan y volamos.

¿Quién conoce el poder de tu ira,
y tu indignación según el temor que te es debido?
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días
que traigamos al corazón sabiduría.

¡Vuélvete, mi Señor! ¿Hasta cuándo?
¡Ten compasión de tus siervos!
De mañana sácianos de tu misericordia,
y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
Alégranos conforme a los días que nos afligiste
y los años en que vimos el mal.
Aparezca en tus siervos tu obra
y tu gloria sobre sus hijos.
Sea la luz de mi Señor, nuestro Dios, sobre nosotros.
La obra de nuestras manos confirma sobre nosotros;
sí, la obra de nuestras manos confirma.”
Amén.

Curiosidades

¿Qué quiso decir Jesús al hablar del ojo de una aguja?
Tanto en Mt. Como en Mc. y Lc. encontramos la afirmación de Jesús: “Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el Reino de Dios”. Este modo de expresión, familiar en los escritos rabínicos, significa tanto algo muy inusual como muy difícil; por ejemplo en el Talmud un elefante que pasa por el ojo de una aguja se usa dos veces para lo que resulta imposible, y a un camello se lo representa bailando en una medida de granos muy pequeña. Algunos eruditos interpretan “ojo de la aguja” como una referencia a la angosta puerta para peatones, pero no hay pruebas históricas que apoyen esta interpretación.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.988)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 10:17-31

Al salir él para seguir su camino, llegó uno corriendo y, arrodillándose delante de él, le preguntó:
—Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Jesús le dijo:
—¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: “No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.” Él entonces, respondiendo, le dijo:
—Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo:
—Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:
—¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles:
—Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí:
—¿Quién, pues, podrá ser salvo?
Entonces Jesús, mirándolos, dijo:
—Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios.
Entonces Pedro comenzó a decirle:
—Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.
Respondió Jesús y dijo:
—De cierto os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, aunque con persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna. Pero muchos primeros serán los últimos, y los últimos, primeros.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

El primer mandamiento dice “Yo soy el Señor, tu Dios, no tendrás otros dioses delante de mí”.
Cuando trabajamos este mandamiento con l@s confirmand@s les digo que es una cuestión de prioridades ¿qué lugar ocupa Dios en mi vida? ¿hay algo que antepongo a mi relación con Dios? ¿cuáles son mis otros dioses?
Uno de los dioses más comunes hoy es el dinero o el trabajo, que es en parte lo mismo. Todo nuestro tiempo se nos va juntando un dinero que nunca nos alcanza.
Cuando leemos el evangelio que hoy estamos compartiendo sentimos que las exigencias de Jesús son muy grandes e imposibles de cumplir. Pero en realidad lo que hace es ponernos frente a qué es lo que anteponemos, nuestras prioridades. No es que no podamos tener una familia, trabajo, dinero, bienes, lo que Jesús pretende es que nuestra fe en él esté en primer lugar.
Esto mismo puede traernos algunos problemas en nuestro entorno, ya que a la hora de decidir qué hacer en los tiempos libres, la elección de las actividades será diferente si lo que buscamos es crecer en la fe, reflexionar acerca de la Palabra de Cristo.
Pero también nos separa nuestra forma de ver las cosas en cuanto al compromiso con quien sufre, la denuncia de toda injusticia, la honestidad.
Tener como prioridad a Dios en nuestras vidas nos hace diferentes y a la vez transformadores de nuestro entorno.
No basta ser bueno y tener buena conducta, como pasó con la persona que se acercó a Jesús, sino que se trata de un estilo de vida en donde la prioridad es Dios, no en busca de una recompensa, sino como parte integral de nuestra vida.
No es imposible, pero sólo Dios nos puede ayudar a vivir en esa integridad. A la vez es nuestra opción, somos quienes ponemos nuestras prioridades, Dios nos ayudará para llevarlas adelante. Amén.

Querido Jesús, soy consciente de que el único camino a una vida plena sos vos, pero a veces me dejo atraer por otras cosas que me parecen entretenidas o que simplemente me absorben. Ayudame a elegirte siempre a vos, a no dejarme llevar por una sociedad adoradora del Dinero, sé que es necesario, pero no puede ser el centro de mi vida. Te lo pido en el nombre del Padre y el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.

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