Cada
latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios,
escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:
Salmo
122
“Yo me
alegré con los que me decían:
«¡A la casa de mi Señor iremos!»
Nuestros pies estuvieron
dentro de tus puertas, Jerusalén.
Jerusalén, que ha sido edificada
como una ciudad que está bien unida entre sí.
Allá subieron las tribus,
las tribus de Jah,
conforme al testimonio dado a Israel,
para alabar el nombre de mi Señor,
porque allá están las sillas del juicio,
los tronos de la casa de David.
«¡A la casa de mi Señor iremos!»
Nuestros pies estuvieron
dentro de tus puertas, Jerusalén.
Jerusalén, que ha sido edificada
como una ciudad que está bien unida entre sí.
Allá subieron las tribus,
las tribus de Jah,
conforme al testimonio dado a Israel,
para alabar el nombre de mi Señor,
porque allá están las sillas del juicio,
los tronos de la casa de David.
Pidan por
la paz de Jerusalén;
¡sean prosperados los que te aman!
¡Sea la paz dentro de tus muros
y el descanso dentro de tus palacios!
Por amor de mis hermanos y mis compañeros
diré yo: «¡La paz sea contigo!»
Por amor a la casa de mi Señor, nuestro Dios,
buscaré tu bien.” Amén.
¡sean prosperados los que te aman!
¡Sea la paz dentro de tus muros
y el descanso dentro de tus palacios!
Por amor de mis hermanos y mis compañeros
diré yo: «¡La paz sea contigo!»
Por amor a la casa de mi Señor, nuestro Dios,
buscaré tu bien.” Amén.
Curiosidades
¿Cómo era la comunidad cristiana en Roma?
En el mundo de la época de pablo Roma significaba mucho, y no dejaba de
ejercer fascinación para el mismo apóstol, ya que expresa un gran deseo de
predicar el evangelio allí. Como misionero estratega reconoce la inmensa
importancia de que la iglesia cristiana esté presente en el centro mismo del
imperio, y esto bien puede haber tenido que ver con la forma que adoptó para la
epístola. Poco sabemos del origen de esta importante iglesia, y quizás sea
inútil tratar de hacer conjeturas. Bien puede haber sido fundada por personas
que se convirtieron el día del Pentecostés y que retornaron a sus hogares en
Roma regocijándose en su nueva fe. Pero aunque Hechos 2 menciona algunos
romanos, no indica si hubo convertidos a la fe ese mismo día. Por otra parte
era, relativamente fácil viajar entre Roma y las provincias en aquellos
tiempos, y muchos cristianos deben haberse unidos a los viajeros que recorrían
las carreteras imperiales. Lo que sabemos con certeza es que en la época en que
Pablo les escribe, no sólo existía una iglesia, sino que había alcanzado
considerables proporciones. Si algo tuvo que ver con la iglesia cristiana la
expulsión de los judíos de Roma decretada por el emperador Claudio, como parece
muy probable por su referencia a “Cresto” en el informe de Suetonio, es
evidente que era lo suficientemente grande como para que tomara una medida tan
drástica. Y por cierto que, cuando se desencadenó la persecución de Nerón, no
mucho tiempo después de haberse escrito la epístola, los cristianos ya formaban
una comunidad considerable.
Ha habido discusión acerca de la composición de la iglesia romana, pero
lo más probable es que la hayan integrado gentiles y judíos, los primeros de
los cuales seguramente eran mayoría. Sería de esperar que así fuera en una
ciudad cosmopolita con una fuerte colonia judía, hipótesis que un análisis de
la epístola misma apoya. En algunas partes de su argumentación parecería que
Pablo se dirige a los judíos, como, por ejemplo, cuando se refiere a Abraham
“nuestro padre”, y en su respuesta directa a un enterrogador judío en el cap.2;
en otras partes se dirige exclusivamente a los gentiles.
Evangelio
Desde el interior de las Escrituras se oyen
latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto
bíblico de hoy:
Romanos
13:11-14a
“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de
levantarnos del sueño, porque ahora está más cerca de nosotros nuestra
salvación que cuando creímos. La noche
está avanzada y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas
y vistámonos las armas de la luz. Andemos
como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y
libertinaje, no en contiendas y envidia. Al
contrario, vestíos del Señor Jesucristo…” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si
reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de
Dios: momento de reflexión:
Vestirme de luz…
No pensar mal del otro, pensar en positivo,
transformar todo aquello que significa muerte y tristeza en luz…
Dejar el rencor de lado, la envidia, y los malos
pensamientos como un estilo de vida. No quedarme enganchada en las historias
pasadas, pasando facturas a quienes me hicieron daño o a los que yo creo que
actuaron intencionalmente en contra mío, aunque muchas veces nunca se enteraron
de ello porque lo de la intencionalidad es mi visión de la cosa.
Si logro vivir en la luz, diciendo la verdad
aunque a veces no me convenga, aunque nade contra la corriente, podré también
vivir en paz con mis convicciones.
Y es verdad que no es fácil y que a cada momento
surgen lo que llamamos “tentaciones”, personas o situaciones que me llevan una
y otra vez a replantearme el sentido de mi fe, el sentido de vivir en la
honestidad, la rectitud y en el amor, ese amor que no me permite pasar por algo
el maltrato, el buling, el que una persona se aproveche de otra más débil, más
vulnerable,
Es verdad que es más cómodo quedarme con una fe a
mi altura y a mi gusto, pero no es lo que Cristo espera de mí. Él es luz y
espera que sea luz, que busque seguir sus pasos, que entregue mi vida como él
mismo lo hizo.
Sólo así voy a estar lista para presentarme ante
él a la hora de mi muerte. Tengo una única oportunidad para vivir en la luz y
ser luz: aquí en la tierra, en el tiempo de mi vida, nada más. Sólo yo puedo
hacer de mi vida algo diferente, porque Dios me ha creado libre para decidir y
tomar el camino que quiera, pero eso mismo me hace responsable y me ubica en un
lugar específico a la llegada de Cristo en su gloria, en el día del juicio.
El momento es ahora. Ahora tengo que decidir el
camino que quiero transitar, ya no hay tiempo, no puedo experimentar caminos
que me pierdan, tengo que buscar los caminos de luz. Sé que va a haber
obstáculos, lo sé porque lo vivo. Sé también que el camino de Cristo no es tan
popular, pero eso no me debe importar, incluso mi compromiso me lleva a ayudar
a quien esté perdido en las adicciones, la violencia y la falta de fé. Ese es
el camino que tomó Jesús y el que espera de mí.
Quiero ser luz, caminar en la luz, y si vos me
querés acompañar y a través de esa luz ir cambiando nuestro mundo, sumate, que
cada una de las personas que quieren ser luz es el camino más cierto para hacer
de nuestro mundo un lugar mejor para todos en donde todos tienen su lugar. Amén.
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