Cada
latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios,
escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:
Salmo
72
“Dios, da
tus juicios al rey
y tu justicia al hijo del rey.
Él juzgará a tu pueblo con justicia
y a tus afligidos con rectitud.
Los montes llevarán paz al pueblo,
y los cerros justicia.
Juzgará a los afligidos del pueblo,
salvará a los hijos del necesitado
y aplastará al opresor.
y tu justicia al hijo del rey.
Él juzgará a tu pueblo con justicia
y a tus afligidos con rectitud.
Los montes llevarán paz al pueblo,
y los cerros justicia.
Juzgará a los afligidos del pueblo,
salvará a los hijos del necesitado
y aplastará al opresor.
Te temerán
mientras duren el sol y la luna,
de generación en generación.
Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;
como el rocío que destila sobre la tierra.
Florecerá en sus días justicia y abundancia de paz,
hasta que no haya luna.
de generación en generación.
Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;
como el rocío que destila sobre la tierra.
Florecerá en sus días justicia y abundancia de paz,
hasta que no haya luna.
¡Dominará
de mar a mar,
y desde el río hasta los confines de la tierra!
Ante él se postrarán los moradores del desierto,
y sus enemigos lamerán el polvo.
Los reyes de Tarsis y de las costas
traerán presentes;
los reyes de Sabá y de Seba
ofrecerán dones.
Todos los reyes se postrarán delante de él;
todas las naciones lo servirán.
y desde el río hasta los confines de la tierra!
Ante él se postrarán los moradores del desierto,
y sus enemigos lamerán el polvo.
Los reyes de Tarsis y de las costas
traerán presentes;
los reyes de Sabá y de Seba
ofrecerán dones.
Todos los reyes se postrarán delante de él;
todas las naciones lo servirán.
Él librará
al necesitado que clame
y al afligido que no tenga quien lo socorra.
Tendrá misericordia del pobre y del necesitado;
salvará la vida de los pobres.
De engaño y de violencia redimirá sus almas,
y ante sus ojos será preciosa la sangre de ellos.
y al afligido que no tenga quien lo socorra.
Tendrá misericordia del pobre y del necesitado;
salvará la vida de los pobres.
De engaño y de violencia redimirá sus almas,
y ante sus ojos será preciosa la sangre de ellos.
Vivirá, y
se le dará del oro de Sabá,
y se orará por él continuamente;
todo el día se lo bendecirá.
Será echado un puñado de grano en la tierra,
en las cumbres de los montes;
su fruto hará ruido como el Líbano;
los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.
Será su nombre para siempre;
se perpetuará su nombre mientras dure el sol.
Benditas serán en él todas las naciones;
lo llamarán bienaventurado.
y se orará por él continuamente;
todo el día se lo bendecirá.
Será echado un puñado de grano en la tierra,
en las cumbres de los montes;
su fruto hará ruido como el Líbano;
los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.
Será su nombre para siempre;
se perpetuará su nombre mientras dure el sol.
Benditas serán en él todas las naciones;
lo llamarán bienaventurado.
Bendito mi
Señor Dios, el Dios de Israel,
el único que hace maravillas.
¡Bendito su nombre glorioso para siempre!
¡Toda la tierra sea llena de su gloria!
¡Amén y amén! Amén.
el único que hace maravillas.
¡Bendito su nombre glorioso para siempre!
¡Toda la tierra sea llena de su gloria!
¡Amén y amén! Amén.
Curiosidades
¿Qué significa “paciencia” en la Biblia?
La paciencia bíblica es una sujeción ejercida por Dios, o dada por él,
frente a la oposición o agresión. No es pasividad. La iniciativa se origina en
el amor de Dios, o en el del cristiano, que permite enfrentar el mal de esta
manera. En el A.T. el concepto se expresa por la palabra en hebreo ’arek, que significa “largo”. Se dice
que Dios, que es “largo” o “lento” para enojarse. Esta idea se expresará
exactamente en el vocablo griego makrothymia,
traducido a veces “longanimidad”, y definida por Trench como “un prolongado
aguante mental” antes de dar lugar a la ira.
Esta paciencia es característica de la forma en que Dios trata a los
pecadores, que merecen plenamente su ira. La marca protectora que Dios colocó
sobre Caín el homicida, el signo providencial del arco iris para un mundo que
había perdido el derecho a la existencia, sus muchas restauraciones de una
Israel desobediente, el perdón extendido a Nínive, sus reiterado ruegos a
Jerusalén, la postergación de la segunda venida de Cristo, son todas
expresiones de su paciencia. Los cristianos deben exhibir un carácter
semejante. En Proverbios se recalca el valor práctico de la paciencia; evita
contiendas, y promueve la sana conducción de los asuntos humanos, especialmente
en donde se manifiesta la provocación.
La paciencia de Dios es una “deliberada concesión de espacio y tiempo”.
Es la oportunidad brindada para el arrepentimiento. La paciencia de Dios ha
sido “una tregua con el pecador”, a la espera de la revelación y la redención
finales en Cristo. La oración puede llegar a prolongar la oportunidad para el
arrepentimiento.
La paciencia del cristiano con respecto a las personas debe ir pareja con
una paciencia igual con respecto a las cosas, esto es, frente a las aflicciones
y pruebas de la era presente. Dios es el Dios que otorga esta paciencia
semejante a la de Cristo, y Jesús es el gran ejemplo de ella. El que de esta
manera persevera hasta el fin, por su paciencia salvará su alma.
Evangelio
Desde el interior de las Escrituras se oyen
latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto
bíblico de hoy:
Romanos
15:1-13
“Los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los
débiles y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para
edificación, porque
ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: «Los
insultos de los que te difamaban cayeron sobre mí.» Las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se
escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras,
tengamos esperanza. Y el
Dios de la paciencia y de la consolación les dé entre ustedes un mismo sentir
según Cristo Jesús, para que
unánimes, a una voz, glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Por tanto, recíbanse
los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. Les digo que Cristo
Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para
confirmar las promesas hechas a los padres, y para que los
gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito:
«Por tanto,
yo te confesaré entre los gentiles
y cantaré a tu nombre.»
y cantaré a tu nombre.»
Y otra vez dice:
«Alégrense,
gentiles, con su pueblo.»
Y otra vez:
«Alaben al
Señor todos los gentiles
y exáltenlo todos los pueblos.»
y exáltenlo todos los pueblos.»
Y otra vez dice
Isaías:
«Estará la
raíz de Isaí
y el que se levantará para gobernar a las naciones,
las cuales esperarán en él.»
y el que se levantará para gobernar a las naciones,
las cuales esperarán en él.»
Y el Dios de la
esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que abunden en esperanza
por el poder del Espíritu Santo.” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si
reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de
Dios: momento de reflexión:
Hay una canción de Lenine, un cantautor brasileño,
que se llama “Paciencia” que comienza más o menos así:
“Mismo
cuando todo pide
un poco más
de calma,
hasta cuando
el cuerpo pide
un poco más
de alma,
la vida no
para…”
Vivimos en una sociedad sin paciencia, todo tiene
que ser ya: “Just do it”, “Llame ya”, comida pre-cocida, lista para servir,
polvos que son sopas, salsas, tortas sin horno, pegamentos mágicos…
Todos estamos apurados, no tenemos tiempo, se nos
pasan los días y las horas… ¿pero en qué?
No
soportamos a nadie: a los niños, porque gritan, rompen, juegan y piden… piden
porque como no les damos de nuestro tiempo y no tenemos paciencia, y tratamos
de ubicarlos en diferentes actividades, en vez de darles nuestros mimos y
nuestro oído, les damos cosas. ¡Hay tantas cosas que el mercado ofrece para
tantos niños que reciben una golosina, un juguete, un juego, etc., etc., a
cambio de nuestro amor!
No soportamos a la gente mayor, a nuestros padres,
tíos, vecinos… ¡viven contándonos las cosas de antes y no entienden que estamos
apurados, que esto de sentarse a charlar o hacer algo juntos es para ellos, que
están jubilados! Menos mal que hay tantas actividades ahora para ellos, así no
reclaman más: colonia de vacaciones, centros de jubilados, torneos, bailes,
coros, teatro… ¡y hasta las abuelas cuenta cuentos!
Lo mismo nos pasa con las personas con
discapacidad o con los jóvenes. Cada uno en su lugar, así no nos molestamos…
Esta sociedad del descartable y de la poca
paciencia nos ha ubicado a cada uno de nosotros en un casillero, nos ha
separado, se ha ocupado de los problemas de cada grupo, y vamos pasando de caja
en caja, y así se nos pasa la vida.
¿Pero es esto la vida?
Mi pregunta es, si Dios nos ha creado diferentes
para que en esa diversidad nos enriquezcamos ¿qué nos pasó como sociedad, pero
también como personas, que ya no nos soportamos, que no nos toleramos, que no
logramos esperar al que camina más lento o se distrae con una cosita de nada?
En medio de esta locura… el dinero que no alcanza…
¿No será que esta es la alarma? ¿Que nos demos
cuenta que las cosas más valiosas no se compran con dinero? ¿Que la vida se
vive y se disfruta y alimenta en las cosas simples, en lo cotidiano, bajando un
cambio y descubriendo los ojos del que está a mi lado?
Tal vez es hora de darnos cuenta de que toda esa
gente con la que nos cruzamos a diario, y con la que compartimos nuestras
vidas, las que viven en nuestra casa, son personas como yo, que sienten, que
sueñan y sobre todo que necesitan al igual que yo: un abrazo, una mirada, una
sonrisa, un tiempo dedicado a simplemente hablar un rato, aunque sea del tiempo
o de las plantas. Amén.
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