Cada
latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios,
escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:
Salmo 104:1.24-34
“Bendice, alma mía,
al Señor.
Señor, Dios mío, cuán grande eres;
Te has vestido de esplendor y de majestad,…
Señor, Dios mío, cuán grande eres;
Te has vestido de esplendor y de majestad,…
…¡Cuán numerosas
son Tus obras, oh Señor!
Con sabiduría las has hecho todas;
Llena está la tierra de Tus posesiones.
Con sabiduría las has hecho todas;
Llena está la tierra de Tus posesiones.
He allí el mar,
grande y extenso,
En el cual se mueve un sinnúmero
De animales tanto pequeños como grandes.
En el cual se mueve un sinnúmero
De animales tanto pequeños como grandes.
Allí surcan las
naves,
Y el Leviatán (monstruo marino) que hiciste para que jugara en él.
Y el Leviatán (monstruo marino) que hiciste para que jugara en él.
Todos ellos esperan
en Ti
Para que les des su comida a su tiempo.
Tú les das, ellos recogen;
Abres Tu mano, se sacian de bienes.
Para que les des su comida a su tiempo.
Tú les das, ellos recogen;
Abres Tu mano, se sacian de bienes.
Escondes Tu rostro,
se turban;
Les quitas el aliento, expiran,
Y vuelven al polvo.
Envías Tu Espíritu, son creados,
Y renuevas la superficie de la tierra.
Les quitas el aliento, expiran,
Y vuelven al polvo.
Envías Tu Espíritu, son creados,
Y renuevas la superficie de la tierra.
¡Sea para siempre
la gloria del Señor!
¡Alégrese el Señor en sus obras!
El mira a la tierra, y ella tiembla;
Toca los montes, y humean.
¡Alégrese el Señor en sus obras!
El mira a la tierra, y ella tiembla;
Toca los montes, y humean.
Al Señor cantaré mientras yo viva;
Cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista.
Séale agradable mi meditación;
Yo me alegraré en el Señor.
Sean consumidos de la tierra los pecadores,
Y los impíos dejen de ser.
Cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista.
Séale agradable mi meditación;
Yo me alegraré en el Señor.
Sean consumidos de la tierra los pecadores,
Y los impíos dejen de ser.
Bendice, alma mía,
al Señor.
¡Aleluya!” Amén.
¡Aleluya!” Amén.
Curiosidades
La palabra “pagano”
proviene del
latín paganus, que
significa "habitante del campo", "rústico". Es un concepto
que se encuentra por primera vez en inscripciones cristianas de principios del siglo IV en el ámbito cultural del Imperio romano para designar a quienes en aquella época adoraban a los dioses y, por ende, rechazaban la creencia en un dios único que, según las
creencias judías y cristianas, se habría revelado en la Biblia.
Aunque algunos paganos podían tener creencias
filosóficas de tipo monoteísta, se
diferenciaban de los judíos, cristianos y musulmanes en que no consideraban a
los textos sagrados de las religiones abrahámicas cómo auténticos, ni rechazaban
las prácticas tradicionales de veneración a los dioses, que éstas calificaban
de idolatría.
El término pagano y sus equivalentes en otros idiomas
también han sido utilizados por corrientes cristianas para designar a otras que
se definen como cristianas pero conservan cultos sincréticos que recuerdan al paganismo. Por ejemplo, en la Iglesia de Bizancio los iconoclastas consideraban paganismo el culto a las imágenes de los iconodulas.
Para algunos protestantes el
culto a los santos de la Iglesia ortodoxa, de
la Iglesia copta, de
la Iglesia anglicana y de la Iglesia
católica, (entre otras iglesias) sería una especie de
paganismo. Igualmente, algunos eclesiásticos católicos europeos calificaban
como semi-paganas prácticas sincréticas de los nativos americanos o asiáticos
evangelizados.
Durante siglos los textos que utilizan este término
son principalmente cristianos. Sin embargo, desde el siglo XIX, el desarrollo
de un ocultismo ilustrado en la civilización occidental ha llevado a que algunos cultos
se definieran a sí mismos como paganos y recuperen antiguas tradiciones paganas
europeas. Es lo que a veces se llama neopaganismo.
Aunque el término pagano ha sido usado para referirse a las religiones
politeístas como el hinduismo, el animismo, el vudú y las religiones
afroamericanas, el chamanismo amerindio, el shinto, la religión
tradicional china, y erróneamente hasta al budismo, lo
cierto es que estas comunidades religiosas muy frecuentemente prefieren otros
términos.
Evangelio
Desde el
interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos
sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:
1 Corintios 12:1-13
“En cuanto a
los dones espirituales,
no quiero, hermanos, que sean ignorantes. Ustedes saben que cuando eran
paganos, de una manera u otra eran arrastrados hacia los ídolos mudos. Por
tanto, les hago saber que nadie hablando por el Espíritu de Dios, dice: “Jesús
es anatema (maldito);” y nadie puede decir: “Jesús es el Señor,” excepto
por el Espíritu Santo.
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay
diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de
operaciones, pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en
todos. Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien
común.
Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro,
palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, fe por el
mismo Espíritu; a otro, dones de sanidad por el único
Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro,
discernimiento de espíritus; a otro, diversas clases de lenguas, y a otro, interpretación de
lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu,
distribuyendo individualmente a cada uno según Su voluntad.
Porque así como el cuerpo es
uno, y tiene muchos miembros, pero, todos los miembros del cuerpo, aunque son
muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo. Pues
por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya
Judíos o Griegos, ya esclavos o libres. A todos se nos dio a beber del
mismo Espíritu.” Amén.
Los
textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos
podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:
Es
hermoso pensar en un mundo en donde cada ser humano tenga su espacio
armónicamente junto al otro, y que todos, como en un instrumento podamos
transmitir una melodía armónica y agradable, con cada sonido unido al otro sin
que uno domine sobre el otro.
Si,
es hermoso, pero por ahora, una realidad muy lejana, una realidad que parecería
que vamos a demorar bastante en lograr, porque el mundo es grande y somos
muchas las personas que lo habitamos y muy diferentes entre nosotros.
Ahora,
si pensamos esto mismo en un país, el objetivo sería algo menor, pero si
observamos nuestra realidad y todos los conflictos que existen entre nosotros,
los argentinos, tampoco es tan fácil de lograr.
Pensemos
entonces, como pueblo, como comarca ¿qué posibilidades hay de que juntos
logremos una armonía, un equilibrio, que haga de este lugar un buen lugar para
vivir? La respuesta seguramente sería: todavía hay mucho trabajo por delante,
pero sin duda alguna es un objetivo más alcanzable que los dos anteriores.
Pero
si buscamos hacerlo en nuestra comunidad ¿podremos lograr nuestro objetivo? Al
menos es algo y empezar por uno mismo no está nada mal.
Si
observamos las cartas de Pablo a las diferentes comunidades, una de las
dificultades con la que siempre se encontraron fue la de lograr ser un cuerpo
armonioso en donde todos los miembros tuvieran su lugar y que nadie se quisiera
imponer sobre el otro.
Ese
también es nuestro desafío. Que entre todos logremos una música afinada y
armoniosa, en donde ningún sonido se imponga sobre el otro , sino que todos
coexistan en armonía y paz.
Dios
nos ha creado a cada uno con cualidades y vocaciones espaciales y que permiten
que nos complementemos. Pero es necesario que nosotros construyamos esa armonía
a las que Dios nos llama dejando de lado nuestros intereses personales y
egoísmos para que esto se haga realidad, que lo podamos vivir concretamente. Es
sólo que cada uno de nosotros ponga su grano de arena. Tal vez ese sea el
principio de un cambio a mayor escala. Amén.
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