Cada
latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios,
escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:
Salmo 51
“Ten piedad de mí,
oh Dios, conforme a Tu misericordia;
Conforme a lo inmenso de Tu compasión, borra mis transgresiones.
Lávame por completo de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.
Conforme a lo inmenso de Tu compasión, borra mis transgresiones.
Lávame por completo de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco
mis faltas,
Y mi pecado está siempre delante de mí.
Contra Ti, contra Ti sólo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de Tus ojos,
Y mi pecado está siempre delante de mí.
Contra Ti, contra Ti sólo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de Tus ojos,
De manera que eres justo cuando hablas,
Y sin reproche cuando juzgas.
Yo nací en malignidad,
Y en pecado me concibió mi madre.
Y en pecado me concibió mi madre.
Tú deseas la verdad en lo más íntimo,
Y en lo secreto me harás conocer sabiduría.
Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Hazme oír gozo y alegría,
Haz que se regocijen los huesos que has quebrantado.
Esconde Tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.
Crea en mí, oh
Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de Tu presencia,
Y no quites de mí Tu Santo Espíritu.
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de Tu presencia,
Y no quites de mí Tu Santo Espíritu.
Restitúyeme el gozo de Tu salvación,
Y sostenme con un espíritu de poder.
Entonces enseñaré a los desobedientes Tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a Ti
Líbrame de delitos
de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación,
Entonces mi lengua cantará con gozo Tu justicia.
Abre mis labios, oh Señor,
Para que mi boca anuncie Tu alabanza.
Entonces mi lengua cantará con gozo Tu justicia.
Abre mis labios, oh Señor,
Para que mi boca anuncie Tu alabanza.
Porque Tú no Te deleitas en sacrificio, de lo contrario yo lo ofrecería;
No Te agrada la inmolación.
Los sacrificios de Dios son el espíritu arrepentido;
Al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás.
Haz bien con Tu
benevolencia a Sion;
Edifica los muros de Jerusalén.
Entonces Te agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto y el sacrificio perfecto;
Entonces se ofrecerán novillos sobre Tu altar.” Amén.
Edifica los muros de Jerusalén.
Entonces Te agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto y el sacrificio perfecto;
Entonces se ofrecerán novillos sobre Tu altar.” Amén.
Curiosidades
Primeramente se le encomendó una misión especial
a Tesalónica, con el fin de alentar a los cristianos que estaban siendo
perseguidos. Se o asocia con Pablo y Silvano en los saludos en las dos
epístolas enviadas a dicha iglesia, y estuvo presente con Pablo en la misión de
predicación en Corinto. Se lo vuelve a mencionar durante el ministerio de
apóstol en Éfeso, cuando fue enviado con Erasto a cumplir otra misión
importante en Macedonia, de donde debía seguir viaje a Corinto. Timoteo era de
carácter tímido, evidentemente, porque Pablo insta a los corintios a que
contribuyan a que se sienta cómodo y no despreciarlo. Por la situación que se
suscitó en Corinto se ve que la misión de Timoteo no tuvo éxito, y resulta
significativo que, aun cuando su nombre estaba asociado con el de Pablo en los
saludos de esta epístola es Tito y no Timoteo el que ocupa el lugar de delegado
apostólico. Acompañó a Pablo en el otro viaje a Corinto, porque estaba con él
como colaborador cuando se escribió la epístola a los Romanos.
Timoteo fue, también, en el viaje de Pablo a
Jerusalén con la ofrenda y se lo vuelve a mencionar cuando Pablo, ya
prisionero, escribió Colosenses, Filemón, y Filipenses. En esta última epístola
es calurosamente elogiado, y Pablo se propone a mandarlo pronto a visitarlos,
con el fin de asegurarse de su bienestar espiritual. Cuando el apóstol fue
liberado de la prisión y encaró nuevas actividades misioneras en el Este, como
lo indican las epístolas pastorales, parecería que Pablo dejó a Timoteo en
Éfeso y le encomendó que se ocupara de los falsos maestros y supervisara el
culto público y la designación de autoridades en la iglesia. Si bien Pablo
evidentemente esperaba poder reunirse con Timoteo, el temor de que pudiera
verse demorado lo movió a escribirle la primera carta, y esta fue seguida por
otra cuando Pablo no sólo fue arrestado nuevamente sino que estaba siendo
juzgado, con peligro de tener que enfrentar una sentencia de muerte. Timoteo
recibió el encargo de apresurarse a ir a su encuentro, pero no es posible
determinar si llegó a tiempo o no. Más tarde Timoteo mismo fue hecho
prisionero, como lo demuestra Hch.13:23, pero no se dan detalles, y no se sabe
nada concreto en cuanto a lo que le ocurrió posteriormente.
Evangelio
Desde el
interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos
sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:
1 Timoteo 1:12-17
“Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido,
porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad. Pero
la gracia de
nuestro Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que se hallan en Cristo Jesús.
Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el
primero. Sin embargo, por esto
hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda
Su paciencia como un ejemplo para los
que habrían de creer en Él para vida eterna. Por tanto, al Rey eterno (de los siglos), inmortal, invisible, único
Dios, a Él sea honor y gloria por los siglos de los
siglos. Amén.” Amén.
Los
textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos
podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:
¿Quién
soy yo para que Cristo me haya elegido para trabajar en su obra?
Pero
soy una privilegiada, tengo fe y eso me permite sobrellevar muchas cosas en mi
vida sin desanimarme, sin caer. Mi fe me renueva y me fortalece, y cuando las
dificultades son muchas y siento que me debilito, dialogo con Jesús, y él
nuevamente me muestra el camino, la senda, y me hace sentir segura mismo en
medio de la tormenta.
Sí,
realmente soy una privilegiada, pero esto mismo no es un motivo para alardear y
creerme mejor que otras personas, porque no es un mérito mío, es un regalo que
Dios me ha dado a través de su Espíritu. Esto es muy importante para mí tenerlo
claro.
Por
eso me asombro cuando me encuentro con personas que se dicen cristianas y
desprecian a las personas que no son de su grupo. Llaman idólatras a los
católicos, desconfían de los demás evangélicos porque tenemos una forma
diferente de manifestar nuestra fe, sin tanto ruido, sin tantos aspavientos.
Hace
un par de años cerca de casa hubo una campaña de evangelización de iglesias
evangélicas durante varios días. Era impresionante el volumen de los parlantes,
durante todo el día y parte de la noche era música, eran oradores que gritaban…
y cuando pasamos al lado del lugar, cantidad de vendedores ambulantes con
comida, bebida, artículos de todo tipo y basura, mucha basura: papeles,
envases, descartables de todo tipo, bolsas de plástico… y yo pensaba ¡qué lindo
testimonio de fe! ¿dónde está Jesús en medio de tanta contaminación auditiva y
de basura?
A
veces como cristianos pensamos en grandes cosas para que la gente conozca a
Jesús, y no nos damos cuenta que no es ahí por donde pasa. Así como cuando
caminaba entre nosotros, Jesús se sigue manifestando en las pequeñas cosas, en
los pequeños momentos de la vida, sin micrófonos ni panderetas. Jesús se
manifiesta en nuestra forma de vivir nuestra ciudadanía, en el respeto al
espacio del otro, en la defensa de la ecología, en el cuidado de nuestro
planeta.
Estoy
convencida que si como cristianos sólo somos buenos ciudadanos, habría mucha
más gente que nos quisiera acompañar en la fe. Dios nos ayude a entender esto. Amén.
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