Salmo 128
“Bienaventurado todo aquel que teme a mi Señor,
que anda en sus caminos.
Cuando comas el trabajo de tus manos,
bienaventurado serás y te irá bien.
Tu mujer será como vid que lleva fruto
a los lados de tu casa;
tus hijos, como plantas de olivo
alrededor de tu mesa.
Así será bendecido el hombre
que teme a mi Señor.
¡Bendígate mi Señor desde Sión,
y que veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,
y que veas a los hijos de tus hijos!
¡La paz sea sobre Israel!” Amén.
Curiosidades
¿Cómo era la economía en la Edad Media?
En la antigua sociedad feudal el dinero tenia muy poco lugar en la vida económica y se trataba de una economía de consumo en la cual cada villa o aldea se abastecía totalmente.El trueque es un sistema muy común, y lo seguirá siendo hasta el Renacimiento pleno, cuando la moneda se vuelva de nuevo de uso corriente y se nacionalice la acuñación.
El trueque es especialmente común en las zonas más aisladas de Europa, en mercados y ferias de villas y pueblos, en el mercado comunal de la ciudad, entre particulares de la plebe y en muchos casos entre artesanos. No había leyes de fijación de precio para el trueque, así que el sistema se basaba en un regateo continuo, y el producto propio se trocaba con el que ofreceria la mejor oferta, o el que trocara el producto necesitado.Por ello uno de los inconvenientes era que el valor del intercambio no era equitativo, eran de tanta dificultad que los labriegos tenia que buscarse con quien hacer trueque y suplir su necesidad primaria, por eso se introdujo el dinero como medio de cambio, era aceptable para todos, se podía cambiar en cualquier instante y por cualquier cosa. Al generalizarse el uso del dinero aquello que fuera una transacción simple se convierte en una transacción doble, gracias a la introducción del mismo, se ahorraba tiempo y esfuerzo estimulando en gran medida el comercio.
https://endrina.wordpress.com/2008/04/27/trueque/
Evangelio
Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:
Mateo 25:14-30
»El reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. El que recibió cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que recibió dos, ganó también otros dos. Pero el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
»Después de mucho tiempo regresó el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y trajo otros cinco talentos, diciendo: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos". Su señor le dijo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor". Se acercó también el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos". Su señor le dijo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor". Pero acercándose también el que había recibido un talento, dijo: "Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo". Respondiendo su señor, le dijo: "Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quítenle, pues, el talento y denlo al que tiene diez talentos, porque al que tiene, le será dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil échenlo en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes".” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:
¿Qué hacés con lo que Dios te ha dado?
No estoy hablando de lo económico, estoy hablando de tus dones, de aquellas cosas para lo que sos bueno/a. Aquellas habilidades con las que has nacido y te gusta hacer.
Tal vez creas que no tiene nada que ver con Dios ni que tengas que ser agradecido por ello. Seguramente me podrás decir que tiene que ver con cuestiones genéticas, que no está mal... es verdad... pero mismo así, es Dios que ha creado a todo, incluso tus genes.
¿Para qué usás tus dones? ¿A quién beneficiás? ¿O sólo son para tu propio beneficio? Como dice la parábola, los enterrás para que nadie los aproveche...
Sea lo que sea que hagas, si lo compartís, te vas a dar cuenta lo bien que te hace ¡y lo bien que le hace a otra persona! Puede ser que cantes, toques un instrumento, hagas manualidades, leas, cultives flores, plantas o verduras, cocines o hagas tortas... o cuentes cuentos o chistes... Cualquiera de esas cosas, cuando las compartís con otro/s, se multiplica, da vida y bendice, a vos y a las personas con quien compartís tu don.
Pero claro... la única forma de experimentarlo es salir de vos mismo/a, arriesgarte. Sólo así podrás vivir la maravillosa experiencia de compartir. Animate. Amén.
Querido Jesús, ayudame a compartir mi vida con los demás, a no entrar en el letargo de vivir para mí misma y alejarme de vos. Enseñame a no dejar enterrados en mí los dones que me ha dado nuestro Padre, el Dios Creador. Ayudame a salir de mi comodidad y egoísmo para dar frutos y multiplicar lo que me has dado. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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