Salmo 112
“Aleluya!
Feliz el hombre que teme al Señor
y se complace en sus mandamientos.
Su descendencia será fuerte en la tierra:
la posteridad de los justos es bendecida.
En su casa habrá abundancia y riqueza,
su generosidad permanecerá para siempre.
Para los buenos brilla una luz en las tinieblas:
es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo.
Dichoso el que se compadece y da prestado,
y administra sus negocios con rectitud.
El justo no vacilará jamás,
su recuerdo permanecerá para siempre.
No tendrá que temer malas noticias:
su corazón está firme, confiado en el Señor.
Su ánimo está seguro, y no temerá,
hasta que vea la derrota de sus enemigos.
El da abundantemente a los pobres:
su generosidad permanecerá para siempre,
y alzará su frente con dignidad.
El malvado, al verlo, se enfurece,
rechinan sus dientes y se consume;
pero la ambición de los malvados se frustrará.” Amén.
Curiosidades
¿Quién fue Thomas Müntzer y cuál fue su actividad previa a la Reforma?
Thomas Müntzer nació alrededor de 1489 en Stolberg (zona montañosa del Harz). Al igual que Martín Lutero también proviene de un condado del Harz marcado por la economía minera. En Stolberg, las personas de ese apellido desde el siglo XV mayormente formaron parte del sector social más acomodado en la urbe, y estaban vinculados por sus profesiones a la casa de los condes. Aún no se logró identificar a los progenitores de Müntzer y por eso tampoco la influencia del entorno social sobre su desarrollo. Probablemente recibió su formación escolar en Quedlinburg, ya que a comienzos del semestre de invierno de 1506/07 se lo inscribió como “Thomas Munczer de Quedilburck” en la universidad de Leipzig. En la universidad de Francfort del Oder para el semestre de invierno 1512/13, la se lo anotó como “Thomas Müntczer Stolbergensis”. Sobre duración y el contenido de sus estudios falta información, al igual que sobre los contactos con docentes y compañeros de estudio. Tampoco existe documentación universitaria sobre su graduación como Magíster en las disciplinas básicas (artes liberales), primera mención en 1515, o Bachiller en Biblia (primera mención en 1521). Es probable que entre ambos períodos de estudio se desempeñara en la tradicional tarea de maestro de latín en Aschersleben y Halle. Luego de su consagración al sacerdocio en la diócesis de Halberstadt, el senado de la ciudad vieja de Braunschweig lo postuló el 6 de mayo de 1514 para una prebenda de baja dotación en un altar de la iglesia de San Miguel. Posiblemente en forma paralela también pudo haber dado clases particulares a alumnos provenientes del sector ascendente de mercaderes y artesanos en esas ciudad perteneciente a la Liga Hanseática; éstos, por su interés en profundizar una piedad con orientación bíblica e influidos por la mística popular del tardo medioevo se nuclearon en torno a Müntzer. En 1515/1516 fue prefecto de la fundación de canónigas en Frose, cerca de Aschersleben, donde debía atender a un grupo reducido de monjas; en forma paralela siguió brindando educación a los hijos del grupo de ciudadanos de Braunschweig, con el que seguía vinculado. Cuando en 1517 por las actividades de Juan Tetzel también se comenzó a debatir en Braunschweig la cuestión de las indulgencias, Müntzer –antes incluso que Lutero– tomó una postura crítica respecto a las mismas. No queda claro si fue a consecuencia de ello que tuvo que abandonar Braunschweig y se dirigió a Wittenberg para lograr claridad sobre el tema de la indulgencia eclesial.
http://www.thomas-muentzer.de/person_es.htm
Evangelio
Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:
Mateo 5:13-16
“Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:
Es difícil lograr expresar lo que la luz significaba en los tiempos de Jesús. En los tiempos antes de la energía eléctrica. En un tiempo en donde, al menos en las ciudades, es difícil encontrarse con la oscuridad total.
Hay dos recuerdos que me vienen a la memoria: por un lado, la casa de mi abuela, en donde había un generador que se prendía a la nochecita y se apagaba antes de irse a dormir. Recuerdo que acompañaba a mi tío, que le daba manija al motor y de repente ¡la luz! Era algo medio mágico. Me provocaba alegría, porque el estar entre penumbras no me agradaba del todo… yo ya estaba acostumbrada a tener luz todo el día, era sólo tocar la perilla ¡y listo!
El otro recuerdo relacionado con la luz, y que puedo repetir como experiencia cada año que me voy de vacaciones, es la de salir a caminar por la noche en el campo. En el camino de regreso, muy de lejos, ya se ven las luces de la casa. En medio de tanta oscuridad, un poco de luz brilla mucho más que cuando está en medio de muchas luces. Ahí una luz pequeña, parece pobre.
Cuando pienso en esto de ser luz, estas imágenes vienen a mi mente. Ser luz es estar donde hace falta, en el momento preciso, y cuanto más solos o más tristes o complicados estamos, una pequeña luz, se hace fuerte y nos guía.
Jesús espera que seamos luz, que estemos n los momentos precisos de las personas, en los momentos más oscuros de sus vidas. No se trata de avasallar, ni encandilar, sino de iluminar con la luz justa el tiempo exacto.
Muchas veces los cristianos nos equivocamos en esto de ser visibles y espantamos a la gente. No logramos entender el mensaje de Jesús de ser sutiles, de hacer la pequeña diferencia, de un acto de amor sin esperar nada a cambio. Y cuando digo esto, es querer a través de esta misión de ser luz, “arriar” gente a nuestras comunidades.
Ser luz, estar en el momento justo, el tiempo justo. Nada más. Lo demás es obra del Espíritu Santo. Amén.
Querido Jesús, no es tan fácil ser luz de la forma que me pedís. Me exige estar atenta, ser intuitiva, tener una actitud de servicio, mantenerme en un segundo plano. Igual que la luz cuando leo un libro, la luz es importante, pero la protagonista es la lectura. Sólo me doy cuenta de la luz, cuando no me permite leer. Ayudame a ser así, te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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