7 de Febrero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 138

“Te doy gracias, mi Señor, de todo corazón,

pues tú has escuchado las palabras de mi boca.

En presencia de los ángeles salmodio para ti,

hacia tu santo Templo me prosterno.

Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad,

pues tu promesa ha superado tu renombre.

El día en que grité, tú me escuchaste,

aumentaste la fuerza en mi alma.

Te dan gracias, mi Señor, todos los reyes de la tierra,

porque oyen las promesas de tu boca;

y cantan los caminos de mi Señor:

‘¡Qué grande la gloria de mi Señor!

¡Excelso es mi Señor, y ve al humilde,

al soberbio le conoce desde lejos!’

Si ando en medio de angustias, tú me das la vida,

frente a la cólera de mis enemigos, extiendes tú la mano

y tu diestra me salva:

mi Señor lo acabará todo por mí.

¡Oh mi Señor, es eterno tu amor,

no dejes la obra de tus manos!” Amén.

Curiosidades

¿Cómo era la venta y la preparación del pescado en los tiempos de Jesús?

En Jerusalén existía una puerta de Pescado (probablemente en el lado N de la ciudad) por la que pasaban los mercaderes para introducir los pescados que vendían a la población. Por Nehemías 13:16 sabemos que después del exilio vivían en la ciudad vendedores de pescado tirios. En los tiempos bíblicos, los métodos más comunes de preparar el pescado para comer eran asarlo, salarlo y dejarlo secar.
El pescado que vendían los tirios en Jerusalén probablemente era salado, como también los pequeños pescados que se usaron en la alimentación de los 5.000 y los 4.000.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 5:1-11

“Estaba él a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios, cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: ‘Boga mar adentro, y echen sus redes para pescar’. Simón le respondió: ‘Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes’. Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.
Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: ‘Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador’. Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: ‘No temas. Desde ahora serás pescador de hombres’. Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

La vida está llena de momentos imprevistos que nos cambian, que significan un giro en nuestras vidas. En muchos casos surgen justo cuando estamos bajoneados, preocupados, pensando en cómo vamos a seguir…
Hace casi un año mi hijo se fue a Buenos Aires con la intención de estudiar ¡por fin había descubierto la carrera que le gustaba y que existía! No fue fácil, porque no conseguía un trabajo sustentable y que a la vez le permitiera cursar. A eso se le sumó el costo de los materiales, ya que es una carrera que enseña muchas técnicas de arte y s necesitan las herramientas… que son caras…
Cuando había conseguido un trabajo que más o menos cubría las expectativas, su novia queda embarazada… ¡y todo cambió!
Él siempre deseó ser papá, ése no era el tema… algo que tanto deseó, pero no de esa manera, no así de repente sin haberlo planificado, organizado… realmente ¡no era el momento!... ¿o sí?
Hoy está disfrutando de su nueva familia… ha echado raíces, tiene una casita, y un trabajo que tiene que ver con lo que le gusta hacer: la artesanía, la restauración, el arte, la madera, la pintura…
Si hace un año alguien le hubiera dicho que su vida tendría un giro ¡jamás se lo hubiera imaginado de esa manera! Pero Dios nos presenta los caminos de nuestra vida, y las cosas pasan muchas veces de maneras totalmente inesperadas… pero ocurren en el momento justo, y sólo lo podemos ver al paso de los años.
Yo creo que la vida la debemos vivir como se presenta, sin resistirnos a los problemas, los sufrimientos, los desafíos… Dios nos va acompañando y nos da las herramientas necesarias, de lo contrario ¿qué hacían los pescadores siguiendo a Jesús, dejando sus redes? Personas que no tenían mayor estudio, que vivían del trabajo de sus manos ¿cómo pensaron que iban a poder ser discípulos de él?
Creyeron y dejaron que Dios actuara sobre ellos infundiendo su Espíritu, dándoles palabras de sabiduría y coherencia en palabras y hechos.
Dejate llevar por la vida, que fluya, que Dios te vaya guiando, aunque el terreno te parezca poco firme. No te resistas a la vida, más bien tratá de ir viendo qué es lo que Dios tiene reservado para vos. Amén.

Querido Jesús, a veces me da miedo la confianza que tenés en mí, no me siento tan capacitada ni preparada para las cosas que ponés frente a mí y me toca resolver, pero a la vez sé que para vos nada es imposible, y por eso confío. ¡Gracias porque sé que me acompañás, que tu Espíritu m da palabras, creatividad y valentía para encarar cualquier desafío. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.