Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de
una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las
Escrituras:
Salmo
116
“Amo a mi Señor,
pues ha oído mi voz y mis súplicas,
porque ha inclinado a mí su oído;
por tanto, lo invocaré en todos mis días.
Me rodearon ligaduras de muerte,
me encontraron las angustias del seol;
angustia y dolor había yo hallado.
Entonces invoqué el nombre de mi Señor, diciendo:
«¡Mi Señor, libra ahora mi alma!»
pues ha oído mi voz y mis súplicas,
porque ha inclinado a mí su oído;
por tanto, lo invocaré en todos mis días.
Me rodearon ligaduras de muerte,
me encontraron las angustias del seol;
angustia y dolor había yo hallado.
Entonces invoqué el nombre de mi Señor, diciendo:
«¡Mi Señor, libra ahora mi alma!»
Clemente es mi Señor, y justo;
sí, misericordioso es nuestro Dios.
Mi Señor guarda a los sencillos;
estaba yo postrado, y me salvó.
sí, misericordioso es nuestro Dios.
Mi Señor guarda a los sencillos;
estaba yo postrado, y me salvó.
¡Vuelve, alma mía, a tu reposo,
porque mi Señor te ha hecho bien!,
pues tú has librado mi alma de la muerte,
mis ojos de lágrimas
y mis pies de resbalar.
Andaré delante de mi Señor
en la tierra de los vivientes.
Creí; por tanto hablé,
estando afligido en gran manera.
Y dije en mi apresuramiento:
«Todo hombre es mentiroso.»
porque mi Señor te ha hecho bien!,
pues tú has librado mi alma de la muerte,
mis ojos de lágrimas
y mis pies de resbalar.
Andaré delante de mi Señor
en la tierra de los vivientes.
Creí; por tanto hablé,
estando afligido en gran manera.
Y dije en mi apresuramiento:
«Todo hombre es mentiroso.»
¿Qué pagaré a mi Señor
por todos sus beneficios para conmigo?
Tomaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre de mi Señor.
Ahora pagaré mis votos a mi Señor
delante de todo su pueblo.
por todos sus beneficios para conmigo?
Tomaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre de mi Señor.
Ahora pagaré mis votos a mi Señor
delante de todo su pueblo.
Estimada es a los ojos de mi Señor
la muerte de sus santos.
Mi Señor, ciertamente yo soy tu siervo,
siervo tuyo soy, hijo de tu sierva.
Tú has roto mis prisiones.
la muerte de sus santos.
Mi Señor, ciertamente yo soy tu siervo,
siervo tuyo soy, hijo de tu sierva.
Tú has roto mis prisiones.
Te ofreceré sacrificio de alabanza
e invocaré el nombre de mi Señor.
A mi Señor pagaré ahora mis votos
delante de todo su pueblo,
en los atrios de la casa de mi Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
e invocaré el nombre de mi Señor.
A mi Señor pagaré ahora mis votos
delante de todo su pueblo,
en los atrios de la casa de mi Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
¡Aleluya!” Amén.
Curiosidades
¿Qué significa Cristo y por qué a Jesús se lo
llama Jesucristo?
Hubo muchas corrientes de expectativa mesiánica en
Palestina en el s.I, en cuanto a Jesús, está vinculada con el rey David, con un
papel de liberación política y conquista. Justamente por esa razón Jesús era
reticente a aplicarse a sí mismo el título de christos. Cuando Pedro lo aclamó como el christos, Jesús ordenó a sus discípulos que lo guardaran en
secreto, y luego les enseñó que su papel era sufrir y ser rechazado. Cuando el
sumo sacerdote lo intimó a responder, contestó afirmativamente, dejando claro
de que su poder no era político temporal, por esa razón, y para que se tuviera
claro su misión mesiánica, siempre prefirió referirse a sí mismo como Hijo del
Hombre.
(Nuevo Diccionario
Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.897-898)
Evangelio
Desde el interior de las Escrituras se oyen
latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto
bíblico de hoy:
Marcos
8:27-38
“Salieron Jesús
y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a
sus discípulos, diciéndoles:
—¿Quién dicen los hombres que soy yo?
Ellos respondieron:
—Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros,
alguno de los profetas. Entonces él les
dijo:
—Y ustedes, ¿quién dices que soy?
Respondiendo Pedro, le dijo:
—Tú eres el Cristo.
Pero él les mandó que no dijeran esto de él a
nadie.
Jesús anuncia
su muerte
Comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo
del hombre padecer mucho, ser desechado por los ancianos, por los principales
sacerdotes y por los escribas, ser muerto y resucitar después de tres
días. Esto les decía claramente. Entonces Pedro lo tomó aparte y comenzó a
reconvenirlo. Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a
Pedro, diciendo:
—¡Quítate de delante de mí, Satanás!, porque no
pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo:
—Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz y sígame. Todo el que quiera salvar su vida, la
perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la
salvará, porque ¿de qué le aprovechará al hombre ganar todo el mundo, si
pierde su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Por tanto, el que se avergüence de mí y de mis
palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se
avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.”
Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si
reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de
Dios: momento de reflexión:
¿Cómo hablar de “jugarse por el otro/a en una
sociedad tan individualista como la nuestra?
Realmente es una tarea complicada, pero a la vez
son tantas las personas cansadas de esta propuesta y con ganas de ir al
encuentro del otro, la otra. Cada vez más me encuentro con personas que han
descubierto que para ser humano/a hay que entenderse como humanidad conectada
entre sí por lo ancestral y hacia adelante.
No existe la posibilidad de salvarse solo, sólo junto
a las demás personas es posible la construcción de un mundo más humano. Hay
muchos movimientos que siguen estas ideas, las ideas de Jesús, a pesar de no
considerarse cristianos o cristianas.
La clave está en la entrega, en darse, brindarse.
Quien descubre la alegría, la riqueza, la vida que hay en la entrega, ha
encontrado la clave de la vida, la llave de la felicidad, diría yo.
Siento que algo está cambiando, que cada vez somos
más las personas que buscamos un cambio, que sentimos que no se puede más vivir
para sí mismo porque el mismo planeta no da más.
La violencia que ha generado el individualismo
está llegando a su tope, y de alguna manera es bueno, porque también quiere
decir que las cosas están cambiando. Las cadenas de abrazos, las comunidades neo
hippies, y tantas otras formas de decirle no a la sociedad actual, me lo dicen.
Jesús mismo nos dice que la vida no tiene precio,
que no todas las personas s dejan sobornar, comprar por dinero o favores. La
vida que se vive desde un ideal, en una vida con el otro, en la entrega es la
única salida para la humanidad. Esta humanidad que Dios creó con tanto amor y
que quiere vivir según su voluntad. Amén.
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