Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de
una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las
Escrituras:
Salmo
104:1.24-35
“¡Bendice, alma mía, a mi Señor!
Mi Señor, Dios mío, mucho te has engrandecido;
te has vestido de gloria y de magnificencia…
te has vestido de gloria y de magnificencia…
…¡Cuán innumerables son tus obras, mi Señor!
Hiciste todas ellas con sabiduría;
¡la tierra está llena de tus beneficios!
He allí el grande y ancho mar,
en donde se mueven seres innumerables,
seres pequeños y grandes.
Allí lo surcan las naves;
allí este Leviatán que hiciste para que jugara en él.
Hiciste todas ellas con sabiduría;
¡la tierra está llena de tus beneficios!
He allí el grande y ancho mar,
en donde se mueven seres innumerables,
seres pequeños y grandes.
Allí lo surcan las naves;
allí este Leviatán que hiciste para que jugara en él.
Todos ellos esperan en ti,
para que les des la comida a su tiempo.
Tú les das y ellos recogen;
abres tu mano y se sacian de bien.
Escondes tu rostro, se turban;
les quitas el hálito, dejan de ser
y vuelven al polvo.
Envías tu espíritu, son creados
y renuevas la faz de la tierra.
para que les des la comida a su tiempo.
Tú les das y ellos recogen;
abres tu mano y se sacian de bien.
Escondes tu rostro, se turban;
les quitas el hálito, dejan de ser
y vuelven al polvo.
Envías tu espíritu, son creados
y renuevas la faz de la tierra.
¡Sea la gloria de mi Señor para siempre!
¡Alégrese mi Señor en sus obras!
Él mira a la tierra y ella tiembla;
toca los montes y humean.
A mi Señor cantaré en mi vida;
a mi Dios cantaré salmos mientras viva.
Dulce será mi meditación en él;
yo me regocijaré en mi Señor.
¡Sean consumidos de la tierra los pecadores
y los impíos dejen de ser!
¡Alégrese mi Señor en sus obras!
Él mira a la tierra y ella tiembla;
toca los montes y humean.
A mi Señor cantaré en mi vida;
a mi Dios cantaré salmos mientras viva.
Dulce será mi meditación en él;
yo me regocijaré en mi Señor.
¡Sean consumidos de la tierra los pecadores
y los impíos dejen de ser!
¡Bendice, alma mía, a mi Señor!
¡Aleluya!” Amén.
¡Aleluya!” Amén.
Curiosidades
¿Qué es la fiesta de Pentecostés?
La fiesta se proclamaba como una “santa convocación”, día en que no había
de cumplirse ningún trabajo servil, y en que todo varón de los israelitas debía
presentarse en el santuario. De las casas se llevaban dos panes cocidos, de
harina fina y nueva, con levadura, que eran mecidos por l sacerdote ante el
Señor, juntamente con los sacrificios de animales como ofrenda de expiación y
paz. Como día de gozo resulta evidente que en él el israelita devoto expresaba
gratitud por las bendiciones de la cosecha de granos, y experimentaba en el
corazón el temor del Señor. Pero se trataba de las acciones de gracias y el
temor de un pueblo redimido, porque al servicio no le faltaban las ofrendas por
el pecado y por la paz, y constituía, más aún, recordación de la liberación de
Egipto como pueblo del pacto. La base de aceptación de la ofrenda presupone la
remoción del pecado y la reconciliación con Dios.
En el período intertestamentario y después, Pentecostés se consideraba el
aniversario de la entrega de la ley en el Sinaí. Los saduceos lo celebraban en
el quincuagésimo día a partir del primer domingo después de la Pascua; este
modo de calcular sirvió para determinar el cumplimiento público mientras hubo
templo, y se justifica por lo tanto, que la iglesia conmemore el primer
Pentecostés cristiano en día domingo. Los fariseos, empero, interpretaban el
“día de reposo” como la fiesta de los panes sin levadura, y su modo de calcular
se hizo normativo en el judaísmo después del 70 d.C., de manera que en los calendarios
judíos Pentecostés ahora cae en diversos días de la semana.
En el NT hay tres referencias a Pentecostés: Hechos 2:1. En dicho día,
después de la resurrección y ascensión de Cristo (alrededor del año 30 d.C.),
los discípulos estaban reunidos en una casa en Jerusalén y recibieron señales
del cielo. El Espíritu Santo descendió sobre ellos, y una nueva vida, de poder
y bendición, comenzó a evidenciarse, lo que Pedro explicó como cumplimiento de
la profecía de Joel. Hechos 20:16. Pablo estaba decidido a no dedicar tiempo al
Asia, y se apuró a fin de estar en Jerusalén para el día de Pentecostés (57
d.C.). 1 Corintios 16:8. Pablo se propuso permanecer en Éfeso hasta Pentecostés
(54 ó 55 d. C.), porque se le había abierto puerta fructífera para su ministerio.
(Nuevo
Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1077)
Evangelio
Desde el interior de las Escrituras se oyen
latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto
bíblico de hoy:
Juan 15:26-27
“ »Pero
cuando venga el Consolador, a quien yo les enviaré del Padre, el Espíritu de
verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Y ustedes darán testimonio también, porque han
estado conmigo desde el principio.” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si
reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de
Dios: momento de reflexión:
Para los griegos la idea de semidioses no era nada
extraña, tal vez por eso haya sido tan fácil aceptar a Jesús como
verdaderamente hombre y verdaderamente dios. Hércules, a través de la película
de dibujos animados, es uno de los semidioses griegos más conocidos, con
superpoderes pro a la vez vulnerable como todo humano.
Pero Jesús no es un semidios, es Dios mismo, y es
él quien a través de su muerte y resurrección nos da a nosotros la posibilidad
de recibir el Espíritu Santo, que es Dios en nosotros.
Si, Dios en nosotros, que nos impulsa a todo lo
que es voluntad de Dios, a ser sus herramientas, a actuar en el amor.
Decimos que junto a las aguas del Bautismo
recibimos el Espíritu de Dios, y desde ahí somos hijos e hijas de Dios ¿pero
qué significa esto?
A partir de que Dios nos adopta como hijos e
hijas, somos herederos de la vida eterna, esto quiere decir que la muerte ya no
tiene poder sobre nosotros y nos hace invencibles: la muerte es más vida.
Esto mismo nos cambia la perspectiva en la vida,
porque nos llena de valor y seguridad para enfrentar lo que sea. Esa misma
seguridad nos permite enfrentar las estructuras de poder más perversas, porque
nuestro as en la manga es que aunque nos maten, tenemos vida en Jesús.
Tal vez para vos que estás tranquilo en tu casa
escuchando la radio o conduciendo tu auto de salida a algún lugar, te resulte
medio fantasiosas estas palabras, pero no estoy loca.
Esta ha sido la fuerza que encontraron los
cristianos cuando eran perseguidos por el imperio romano, y lo sigue siendo en
los muchos lugares en el mundo en donde ser cristiano significa un riesgo.
Fijate lo que está pasando hoy en el continente asiático: miles de cristianos y
cristianas son masacrados por el sólo hecho de seguir a Cristo. Ellos dan su
vida y no renuncian a su fe en esa felicidad y esa entrega por el evangelio.
Mientras tanto, nosotros acá, no nos damos cuenta
de lo maravilloso que es seguir a Cristo, ser templos del Espíritu Santo, ser
invencibles por la fe en Cristo. ¿Qué pensás? Que tengas un bendecido
Pentecostés. Amén.
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